El tomate es uno de los ingredientes más importantes de nuestra gastronomía. Sabrosos y versátiles, están repletos de muchas vitaminas y minerales, lo que proporciona numerosos beneficios para la salud.
Cultivar tomates en casa es sencillo y el método ideal para tenerlos siempre frescos y a mano. Para ello, todo lo que necesitas son algunas semillas y tierra.
Para empezar, elige un tomate de cualquier variedad, siempre que tenga una buena cantidad de semillas en su interior.
A continuación, corta el tomate en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor. Utilice la rebanada del medio y las dos al lado.
Mientras tanto, llena una maceta con tierra para plántulas y coloca las tres rodajas de tomate una al lado de la otra, equidistantes.
Cubre las rodajas de tomate con otra pulgada de tierra, creando una capa protectora.
Regar abundantemente con agua, preferiblemente de lluvia, y colocar la maceta en un lugar muy soleado del balcón o terraza.
Los brotes deberían comenzar a formarse después de los primeros 5-6 días. Después de dos semanas, puedes retirar las plántulas más débiles y trasplantar las demás a las macetas definitivas