Los alimentos congelados son muy cómodos y nos facilitan el día a día. Son saludables, pero para conservar todos sus beneficios y virtudes nutricionales es imprescindible seguir algunas reglas. Estos garantizan un mantenimiento de calidad y un ahorro de tiempo y energía.
1. El congelador siempre debe estar lleno
Si crees que un congelador lleno consume más energía y no garantiza la calidad de los alimentos congelados, estás equivocado. Un congelador medio vacío o vacío consume más energía. Los alimentos congelados mantienen fácilmente su temperatura porque hay menos circulación de aire fresco, lo que se traduce en un menor consumo de electricidad.
2. Congelar los alimentos en porciones pequeñas
Antes de congelar los alimentos, divídalos en porciones pequeñas. Ahorrarás tiempo y energía, porque pequeñas cantidades de comida se congelan rápidamente.
3. Cubra siempre los alimentos antes de congelarlos.
Los alimentos que están en contacto directo con el hielo pueden dañarse y cambiar su estructura. Por lo tanto, los alimentos siempre deben colocarse en una bolsa de plástico antes de congelarlos.
Para la carne se recomienda marinarla en aceite con especias, luego envolverla y congelarla. De esta forma conservas su frescura y su tierna estructura.
4. Si dudas de la calidad del alimento, no lo congeles.
Nunca debes congelar alimentos sospechosos, ya congelados o caducados. Aunque una temperatura baja es un conservante, no puede destruir las bacterias o microorganismos que ya están presentes en los alimentos.
5. No olvides descongelar y limpiar el congelador.
Aunque para algunos suponga un verdadero esfuerzo, la higiene es siempre la prioridad. Un congelador limpio permite tener alimentos sanos y seguros. Las capas de hielo que se forman en los laterales del congelador reducen su potencia y hacen que consuma más energía. También pueden albergar bacterias que pueden contaminar los alimentos.