Ya sea para unas fabulosas tostadas, sabrosos pasteles o infusiones, la miel cruda es una sustancia innegablemente deliciosa.
Pero además de su cremosidad, contiene muchos beneficios para la salud. Se trata de miel no pasteurizada y, por tanto, procede directamente del panal.
Cuando no está pasteurizada, se dice que la miel retiene muchos nutrientes beneficiosos. Aquí hay 6 beneficios de la miel científicamente probados.
Se dice que la miel sin procesar contiene beneficios que no se encuentran en la miel pasteurizada.
Aunque esto no ha sido respaldado firmemente por investigaciones, todavía se considera más eficaz que la miel normal.
Por un lado, contendría propiedades antioxidantes y antibacterianas gracias al propóleo de abeja así como a su polen. Por otro lado, suele considerarse un edulcorante más saludable que el azúcar.
Al menos esto es lo que podemos constatar en dos investigaciones sobre el tema y que incluyen un estudio sobre la miel y otro sobre el polen de abeja.
6 beneficios científicamente probados de la miel
1 – Efectos antioxidantes
Los efectos antioxidantes de la miel natural provienen de su composición fitoquímica, flavonoides y ácido ascórbico.
Se sabe que adoptando una dieta suficientemente compuesta de antioxidantes se reducen los riesgos de enfermedades crónicas. Así, el estrés oxidativo en el cuerpo se reduce mediante el consumo de antioxidantes que absorben los radicales libres.
La idea de que la pasteurización afecte los beneficios de la miel aún no está firmemente establecida. Sin embargo, se ha observado en investigaciones que los alimentos calentados tienen una reducción en su contenido de antioxidantes.
2 – Efectos nutricionales
Además de los antioxidantes, la miel contiene compuestos saludables como aminoácidos y vitaminas. Cabe señalar que la composición química de la miel varía según la región.
De hecho, su composición depende en parte de la naturaleza de las flores de las que se alimentan las abejas. Pero, en general, una cucharada de miel cruda contiene 64 calorías y 16 g de azúcar.
Entre las vitaminas y minerales encontramos los siguientes: Niacina, riboflavina, ácido pantoténico, calcio, magnesio, manganeso, potasio, fósforo, zinc.
Mucha gente prefiere la miel al azúcar. Aunque la miel contiene azúcar, la mitad del cual es fructosa, sigue siendo una opción mucho mejor que el azúcar.
Además, en un estudio se sugirió que bien podría mejorar los niveles de colesterol. Sin embargo, esta última particularidad depende de los tipos de miel.
3 – Efecto antibacteriano
Gracias al peróxido de hidrógeno, la glucosa oxidasa y un bajo nivel de pH, la miel pura es capaz de eliminar las bacterias. Por tanto, es eficaz contra las heridas.
Entre las mieles naturales, la tipo manuka es un buen ejemplo . De hecho, puede diezmar patógenos como Escherichia coli. Es una bacteria que causa intoxicación alimentaria y es responsable de las infecciones de las heridas.
La miel de Manuka también es eficaz contra S.aureus, un microbio responsable de las infecciones de la piel. Y por último, también puede eliminar la bacteria que causa las úlceras de estómago y la gastritis crónica, H. pylori.
4 – Efecto curativo
No en vano, en algunas farmacias existen productos para el cuidado de heridas a base de manuka.
La razón de esto radica en las propiedades antibacterianas, antiinflamatorias y antioxidantes de la miel. De hecho, el presente estudio confirma su efecto curativo . Además, la acidez de la miel ayuda a liberar oxígeno de una herida y por tanto a mejorar el proceso de curación.
Según ciertas observaciones, también se destacarían las capacidades antifúngicas y antivirales .
5 – Efecto sobre la tos
Para aliviar la tos, la miel a veces se considera una buena alternativa a ciertos medicamentos disponibles en el mercado. Sería incluso preferible fomentar su administración a los niños.
Un pequeño pero no menos interesante estudio sugiere que mezclar leche y miel es tan eficaz como la medicina infantil.
6 – Efecto sobre la diarrea
Respecto a los problemas digestivos, la miel cruda puede tener un efecto calmante. Esto fue respaldado por un estudio realizado en niños con gastroenteritis.
Durante esta investigación, a algunos de ellos se les dio una solución rehidratante mezclada con miel. Estas personas vieron mejorar más su condición en comparación con quienes no lo recibieron.