SI TIENES ESTA PLANTA, CUÍDALA COMO ORO: ¡Es una joya confeccionada y nuestras abuelas ya lo sabían!

La planta araña, científicamente conocida como Chlorophytum comosum, es una hermosa vegetación originaria de África, a menudo apodada así por sus hojas largas y estrechas que parecen tejer una red vegetal. Esta maravilla botánica, que originalmente prospera en regiones tropicales, ha conquistado tierras lejanas como Vietnam, Tailandia y otras regiones con climas similares.

Introducción a la Planta:  La planta araña, que se desarrolla en pequeños arbustos que generalmente alcanzan entre 40 y 50 cm de altura, se distingue por sus tubérculos subterráneos de los que emergen grandes raíces carnosas que pueden desprenderse del tallo. Esta planta, aunque estéticamente atractiva, ofrece mucho más que sólo su apariencia.

Beneficios para la salud:  Además de su facilidad de mantenimiento y su capacidad para sobrevivir en condiciones de luz subóptimas, la planta araña esconde virtudes insospechadas para la salud y el medio ambiente. Muchas plantas de interior se cultivan ahora por sus propiedades curativas, su efecto beneficioso sobre el ambiente interior y la salud humana, y la planta araña no es una excepción. Destaca en la purificación del aire eliminando toxinas como tolueno, xileno, formaldehído, benceno e incluso monóxido de carbono.

Además, esta planta de interior también puede prosperar en el exterior, incluso soportando temperaturas tan bajas como -2°C. Sin embargo, cuando se cultiva en interior, es fundamental elegir bien la ubicación, ya que no le gusta la exposición directa a la luz solar, que puede provocar que las puntas de las hojas se sequen y se pongan amarillas.

Consejos de cultivo:  Para garantizar un crecimiento óptimo, se recomienda no regar en exceso la planta, ya que el exceso de humedad puede provocar la pudrición de las raíces. El suelo debe ser rico en nutrientes, bien drenado y con un pH entre 6 y 7,5. El fertilizante natural elaborado a base de cenizas, cáscaras de huevo, cáscaras de plátano y fibras de coco también puede ser beneficioso para su desarrollo.

Propagación:  La propagación de la planta araña a partir de una planta madre es relativamente sencilla. Sacando una planta de la maceta, limpiándola de su sustrato y dividiéndola en matas, luego quitando con cuidado todas las raíces para dejar solo los tubérculos, puedes colocarlas en un vaso de agua a temperatura ambiente. Después de aproximadamente 11 días, comenzarán a surgir nuevas raíces, lo que permitirá que se formen nuevas plantas.

Cuidado y tratamiento:  si su planta parece estar muriendo, mostrando las puntas de las hojas doradas y secas, es posible que esté infestada de ácaros. Una solución eficaz es rociar una mezcla diluida de aceite de neem una vez a la semana hasta que se resuelva el problema. Este tratamiento también se puede utilizar sobre otras plantas atacadas y es eficaz contra los pulgones.

Preparar la mezcla para pulverizar es sencillo:

  • Mezcle agua a temperatura ambiente con jabón para platos.
  • Añade una o dos cucharaditas de aceite de neem por cada litro de agua, dependiendo de la gravedad de la infestación.
  • Rocíe la mezcla sobre las hojas de la planta, prestando especial atención a la parte superior e inferior.

Conclusión:  Cultivar una planta araña puede ser una experiencia gratificante y beneficiosa. Siguiendo estos sencillos consejos, no sólo podrás disfrutar de su belleza en tu hogar, sino también mejorar la calidad del aire y crear un ambiente más saludable. Entonces, ¿por qué no agregar hoy esta planta versátil a su colección botánica?