Ajo, ¡adiós a los brotes! ¡Mi abuela me enseñó a guardarlo sin que sucediera!

Ajo, ¡adiós a los brotes! ¡Mi abuela me enseñó a guardarlo sin que sucediera!

¿Cuáles son los ingredientes típicos de la cocina mediterránea? Bueno, resumirlos en pocas palabras es difícil, pero el ajo es sin duda uno de los elementos esenciales. Desde salsas hasta platos principales, hablamos de una planta bulbosa que es imprescindible en nuestra cocina: su intenso sabor y olor le da a muchas recetas algo más. Además de esto, estamos hablando de un alimento que es capaz de beneficiar nuestra salud de una manera excepcional. Dicho esto, a menudo es difícil elegir un lugar en la cocina, ya que a menudo se deteriora fácilmente o muestra el clásico brote. Entonces, ¿cómo mantenerlo de la mejor manera posible? ¡Sigue leyendo para descubrirlo!

Guarde el ajo sin germinarlo: ¡cuidado con la humedad!

Los principales factores que determinan la salud y el almacenamiento del ajo son, sin duda, la humedad y la luz. Ambos, de hecho, pueden ser decisivos para la longevidad de nuestras bombillas. Precisamente por eso, la solución que proponemos se refiere, en primer lugar, a la garantía de algunos factores decisivos para obtener un ajo sin brotes y siempre fresco.

Optamos por un recipiente que sea adecuado para almacenar ajo. Busquemos uno que sea similar a un frasco de vidrio, con tapa: de esta manera puedes mirar el interior en cualquier momento y mantenerlo bajo control. La tapa debe tener un sello hermético, de lo contrario corre el riesgo de obtener el efecto contrario y crear una especie de capucha nefasta. Limpiamos el recipiente lo mejor que podamos antes de poner el ajo en él.

En este punto, coloque el ajo dentro del frasco, eligiendo bulbos que no tengan brotes: opte por dientes enteros, evitando picar o desmenuzar el ajo. Si hay pieles exteriores sucias, retírelas. Una vez que hayamos colocado el ajo en el frasco, entonces tendremos que guardarlo en un lugar seco y oscuro, alejado de la luz directa; La humedad que pueda estar presente cerca del lavavajillas o el fregadero también debe mantenerse alejada.

Como hemos visto, la luz y la humedad se pueden determinar para la vida de nuestros ajos. Estos factores, de hecho, pueden acelerar el proceso de germinación y, por lo tanto, provocar el deterioro del ajo que ya no se puede detener. Es importante, por tanto, mantener nuestro tarro en una zona muy fresca de la cocina, pero oscura y alejada del calor y de fuentes de humedad. Recuerde que los radiadores y las estufas también pueden ser perjudiciales.

¡Al hacerlo, tendremos un ajo siempre fresco, fragante y listo para usar! ¡Prueba este método y cuéntanos!