Originaria de la cuenca del Mediterráneo occidental, la lavanda es una planta perenne con un hermoso follaje de hoja perenne y flores deliciosamente perfumadas. Este pequeño arbusto ofrece una fragancia dulce y fresca y purifica de forma natural nuestro interior. En este artículo, descubre cómo germinar semillas de lavanda en un balde para liberar un aroma agradable y perfumar toda tu casa.
Hoy en día, muchas personas utilizan aceites esenciales para perfumar su interior y beneficiarse de las virtudes terapéuticas de estos productos. Actuando contra el estrés, el insomnio, los dolores musculares, los problemas de la piel o el picor provocado por las picaduras de insectos, estos aceites calmantes son populares en la aromaterapia. Uno de los aceites más populares actualmente es el aceite esencial de lavanda. Gracias a sus propiedades analgésicas, relajantes, analgésicas y antimicrobianas, este aceite esencial es especialmente apreciado entre los aficionados a los remedios naturales.
Para disfrutar del olor a lavanda y perfumar tu interior, aquí te explicamos cómo sembrar semillas de lavanda en un balde.
¿Cómo germinar semillas de lavanda en casa?
La lavanda es una planta fragante, calmante y decorativa. Puedes sembrar lavanda en casa para aprovechar sus virtudes terapéuticas y aportar un buen aroma a tu interior.
Para hacer esto necesitarás:
- Varios cubos
- De la tierra
- capa superficial del suelo
- Fertilizantes
- semillas de lavanda
Para la germinación de lavanda los pasos a seguir son los siguientes:
- Coloque las semillas de lavanda en bolsas herméticas llenas de tierra húmeda y luego guárdelas en el refrigerador durante al menos 3 semanas.
- Vierta la tierra para las plántulas en vasos individuales.
- Plante una plántula por maceta, luego cubra cada plántula con una fina capa de tierra.
- Coloque las plántulas en un lugar cálido a unos 21 grados, preferiblemente cerca de una ventana.
- Riega las plántulas ligeramente cada mañana.
Los gestos correctos para hacer crecer las semillas
Después de germinar las semillas, será necesario trasplantar las plántulas cuando hayan producido hojas.
La maceta de cada una de las plantas debe tener un diámetro de al menos cinco centímetros. A continuación, mezcla el fertilizante con la tierra y luego cava un hoyo en las macetas y cúbrelo con tierra. Cuando la planta supere los siete centímetros, coloca las macetas al aire libre, en un lugar parcialmente soleado. Cava un hoyo en la tierra, del mismo tamaño que el recipiente en el que creció la planta, luego sácalo de su maceta para replantarlo en la tierra.
¿Cuáles son los beneficios de la lavanda?
Gracias a sus principios activos, linalool, geraniol, cumarina, taninos o incluso umbeligerona, la lavanda es una planta que posee multitud de beneficios terapéuticos:
- Combate los trastornos del sueño y los trastornos del sistema nervioso.
- Antiespasmódico, reduce las contracturas musculares.
- Alivia los resfriados y el asma.
- Alivia las migrañas y los dolores de cabeza.
- Calmante, calma quemaduras, picores, eccemas o acné.
- En aplicación local favorece la cicatrización de heridas y úlceras.
- Considerado un excelente remedio contra los piojos, combate algunos parásitos.
Dependiendo de los efectos deseados, la lavanda se puede utilizar en inhalación, aceite de masaje, polvo seco, infusión o cápsulas. Sin embargo, esta planta está contraindicada en mujeres embarazadas y en personas que toman tratamientos anticoagulantes. En cualquier caso, pide consejo a tu médico antes de optar por este remedio natural.