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¡Por fin ha llegado la primavera! Es una nueva época que afrontar con fuerza y energía. Al igual que las flores que empiezan a florecer estos meses, ahora es el momento de refrescar y limpiar la casa.

Es el momento perfecto para hacer la llamada limpieza de primavera. Por supuesto, hay que limpiar la casa todos los días, pero periódicamente hay que hacer una limpieza más profunda.

Así que, además del cambio de estación, tendrás que pensar en hacer una limpieza en profundidad. Empieza por la cocina, que es una de las habitaciones que más se ensucia.

El ingrediente secreto para una cocina limpia y perfumada

La mayoría de las actividades domésticas tienen lugar en la cocina. Es donde se prepara el desayuno, donde se almuerza y donde se cocinan comidas copiosas. Por eso, las cocinas tienden a ensuciarse con facilidad y, sobre todo, a apestar.

Generalmente, para evitar que los olores de la cocina infesten la casa, utilizamos una campana extractora. Gracias a su ventilador motorizado, la campana es capaz de evacuar los humos de la cocción fuera de la casa. Por lo tanto, es un utensilio indispensable en el hogar, ya que evita que te ensucies mientras cocinas.

Sin embargo, la campana puede ensuciarse con los humos que la atraviesan. Tiende a ensuciarse rápidamente y será necesario limpiarla a menudo.

Este aparato debe limpiarse tanto por dentro como por fuera, y nunca olvide desconectar la alimentación eléctrica antes de cualquier operación de limpieza.

Para el exterior, basta con pulverizar un poco de desengrasante y limpiar la suciedad con un paño húmedo.

Para la limpieza interior, deberá desmontar la campana. La campana consta de una tapa desmontable y filtros.

Para limpiar la tapa, retire los filtros y sumérjala en un recipiente grande con agua y vinagre. Déjela en remojo durante 30 minutos y, a continuación, limpie los restos de grasa con un paño.

Ahora prepara una solución compuesta por agua, una cucharada de bicarbonato de sodio y una taza de vinagre de vino. Mézclalo todo y pon la solución en un pulverizador.

Ahora pulveriza la solución en el interior de las paredes de la campana y límpiala con un paño húmedo. El resultado está garantizado.