¿Cómo congelar perejil fresco y otras hierbas? Nuestros métodos simples

Si ha creado un pequeño jardín de hierbas en su casa, seguramente terminará con una gran cantidad de hierbas que ciertamente no podrá consumir. Además, hay que cosecharlos periódicamente para evitar que la planta se manifieste. Entonces, ¿qué se puede hacer para evitar el desperdicio? ¡Tu congelador será tu mejor aliado! Hoy veremos cómo congelar perejil y otras hierbas aromáticas para utilizarlas más adelante en tus recetas favoritas.

¿Qué hierbas apoyan la congelación?

Hay varias formas de congelar hierbas, pero antes de verlas, es importante revelar primero las plantas que admiten la congelación. Por regla general, se incluyen variedades con hojas verdes y finas, como la albahaca, el perejil, la menta, el cebollino, el eneldo y el cilantro. A esta lista se añaden la mejorana y el estragón. Tenga en cuenta que las hierbas se congelan mejor cuando están recién cortadas.

Independientemente de la técnica de congelación que elijas, es fundamental limpiar y lavar bien las hierbas. Luego, sécalas con cuidado con toallas de papel o un paño de cocina, teniendo cuidado de no dañar las delicadas hojas. También puedes dejar que se sequen al aire.

Cómo congelar perejil fresco congelando cubitos de hielo de perejil en bolsas herméticas

¿Cómo congelar perejil fresco?

Si has decidido cultivar perejil en macetas en casa, seguro que tendrás una buena cosecha abundante. ¿Se puede congelar el perejil fresco? Sí, esta planta tolera perfectamente las heladas y esto se aplica a todas sus variedades. Entonces, ¿cómo congelar el perejil con éxito y sin dar pasos en falso para evitar el desperdicio? Descifrado en los siguientes párrafos.

Para congelar persil frais, se le ofrecen dos opciones. La primera es la más sencilla y consiste en utilizar bolsas de congelación reutilizables. Si existen en diferentes tamaños, elija las celdas aquí según la cantidad de persil que desee congelar. Enlevez les tiges, lavez et faites secher les feuilles avant de les ciseler. Luego, simplemente colóquelos en la bolsa y detenga el aire tanto como sea posible. También es posible congelar las rodajas de persil frais sans couper ses.

La segunda opción ofrece congelar persil en helado. ¿Comentario justo? Es más sencillo. Lavar bien, secar y secar completamente las hierbas. Retire las hojas y colóquelas en el vaso de la licuadora. Vierta suficiente agua o aceite de oliva para formar un puré épaisse et homogène. Recoge las palabras de bol au besoin. Luego, dividir en un recipiente con helado y congelar por 24 horas. Separa tus helados de hierbas aromáticas, colócalos en una bolsa para congelar y vuelve a meterlos en el congelador. Además, podrás medir fácilmente la cantidad necesaria para preparar un plato. Lea las instrucciones más detalladas en el vídeo a continuación:https://www.youtube.com/embed/Btd4YIqfEBI?controls=0

¿Comentar sobre congelar otras hierbas aromáticas?

Congelar hierbas es una operación súper fácil que evita al 100% el desperdicio. Los métodos de cubitos de hielo y bolsas reutilizables para congelar funcionan para todo tipo de hierbas que se pueden congelar. Aquí tienes instrucciones más específicas para congelar cebollino y albahaca frescos, dos plantas aromáticas que nos gusta incorporar a nuestros platos.

¿Cómo congelar cebolletas frescas?

Al congelar cebolletas frescas se mantiene perfectamente su vibrante color verde. Empieza lavando las cebolletas en agua fría y absorbe bien el agua con un paño antes de cortarlas finamente. Para congelarlo en forma de cubitos de hielo, distribúyalo uniformemente en las celdas de la cubitera y llénelo con agua y aceite de oliva. Una vez congelados, retira los cubitos de hielo y guárdalos en una bolsa hermética. Para congelar cebolletas frescas, coloque la hierba cortada (y necesariamente completamente seca) en un frasco o bolsa para congelar y colóquela en el congelador. Úselo por hasta seis meses.

¿Cómo congelar albahaca fresca?

Aquí tienes la técnica más sencilla y rápida para congelar albahaca fresca. Primero corta las hojas y enjuágalas bien. Luego extiéndelas sobre papel para que se sequen por completo. Para acelerar el secado, no dudes en dar golpecitos suaves con el papel. Una vez que las hojas de albahaca estén perfectamente secas, transfiérelas a un cierre hermético y congélalas.