La menta es una planta aromática muy utilizada en la cocina y llena de beneficios para la salud. En este artículo te explicaremos cómo cultivar menta en casa, en un sencillo jarrón, para que la tengas siempre disponible.
Las semillas de menta se pueden plantar en una maceta sencilla con tierra para macetas, teniendo cuidado de proporcionar un drenaje adecuado. Es muy importante regar inmediatamente después de la siembra, así como la posición de la planta, que debe recibir luz indirecta.
La planta necesita una temperatura interior de entre 18 y 21 grados durante el día y de 13 a 15 grados por la noche. Coloque la planta cerca de una ventana orientada al este en primavera y al suroeste en verano.
Al cultivar menta en casa es importante mantener la tierra húmeda, pero sin regar en exceso. Cuando la parte superior de la tierra esté seca al tacto, es hora de agregar un poco de agua.
La luz del sol también es importante. Gire la planta cada 3 o 4 días para obtener una apariencia más uniforme; las plantas tienden a inclinarse hacia la luz.
Las hojas de menta deben recogerse periódicamente para dejar espacio a las más pequeñas. El sabor de las hojas es más intenso en los momentos previos a la floración.