Para tenerlo siempre fresco, verde y fragante.
Si te gustan las hierbas, definitivamente tendrás una plántula de albahaca en tu balcón o alféizar de la ventana. Con su aroma, de hecho, es perfecto para aromatizar numerosas preparaciones en la cocina.
Sin embargo, la albahaca es una planta muy delicada, y tiende a marchitarse inmediatamente si no se cuida adecuadamente.
Así que veamos algunos consejos útiles para que dure más tiempo.
- Fertilizante: El fertilizante es un componente fundamental para la alimentación de las plantas. En el caso de la albahaca, lo ideal es a base de posos de café: desmenuzarlos y extenderlos en el suelo, luego mojarlos con agua. También puede repetir este proceso una vez a la semana.
- Ubicación: Colocar la planta en el lugar correcto puede ayudar al crecimiento. En primavera, la albahaca se puede poner afuera, si las temperaturas son lo suficientemente suaves (no por debajo de 15 grados), y donde puede disfrutar de la luz solar durante al menos 4 horas al día.
- Papel: si se trata de una plántula recién comprada, sin embargo, es necesario retirar todos los envoltorios con los que generalmente se empaquetan.
- Platillo: revisarlo diariamente puede dar una idea de la cantidad ideal de agua para la albahaca. Si lo encuentras lleno de agua, vacíalo, ya que el exceso de agua podría hacer que las raíces se pudran.
- Hojas secas: si notas hojas secas, amarillas o manchadas, simplemente elimínalas quitándolas suavemente con las manos para evitar que cualquier enfermedad se propague al resto de la planta.