Los filtros para purificar el agua son muy útiles, porque muchas veces nuestra agua, aunque potable, puede contener sustancias e impurezas.
Los filtros de arena o grava, ya sean naturales o industriales, simulan el proceso natural de filtración del agua, que se produce cuando el agua atraviesa el suelo hasta llegar a los niveles freáticos subterráneos. Los primeros filtros para agua potable siguieron precisamente este principio.
En este artículo te contamos cómo hacer un filtro para purificar el agua. No sólo dejará el agua cristalina, sino que gracias a ciertas bacterias presentes en el carbón se eliminarán organismos nocivos para nuestra salud.
Materiales necesitados:
- Un recipiente de plástico de aproximadamente 1 metro de altura.
- Arena fina
- Grava
- Pequeñas piedras
- Piedras medianas
- Carbón triturado (o carbón activado)
Preparando el recipiente:
- Crea un pequeño agujero de unos 3 centímetros de diámetro en la parte inferior: por aquí saldrá el agua filtrada. También puedes utilizar un recipiente con grifo.
- Lave bien el recipiente con jabón antibacteriano. Enjuague con abundante agua y lave las piedras de la misma forma.
Preparando el filtro de arena:
- Disponer los diferentes materiales en capas, procurando que queden lo más homogéneos posible, evitando así que se mezclen. Las capas deben seguir este orden: 25 cm de piedras medianas; 12 cm de piedras pequeñas; 3 cm de grava, 3 cm de carbón; 2 cm de grava; 6 cm de arena fina; 6 cm de grava; 12 cm de piedras pequeñas.
El uso de carbón vegetal es fundamental porque destruye los microorganismos. El carbón activado es ideal porque es más poroso y mejora el proceso de absorción fisicoquímica en el filtro.
Funcionamiento: El filtro para purificar agua sigue un principio muy sencillo: sólo hay que verter el agua en el recipiente y esperar a que se filtre por todas las capas hasta salir por la parte inferior del recipiente.