Cómo plantar y cultivar un mango.

Cultivo de mangos en casa: una guía paso a paso

¿Anhelas el sabor dulce y jugoso de los mangos que evocan la esencia del verano? Descubra cómo plantar un mango en casa a partir de una semilla y nutrir su crecimiento para darle un toque tropical a su balcón o jardín.

Conceptos básicos de la planta de mango: Originaria de la India, el mango es una planta exótica muy adecuada para climas cálidos, lo que la hace adaptable a varias latitudes. Incluso en macetas, esta joya tropical puede prosperar si se cultiva con cuidado. Si bien cultivar mangos es relativamente sencillo, la paciencia y el espacio son factores clave para una fructificación exitosa, ya que los árboles de mango pueden alcanzar hasta 25 metros de altura en su hábitat natural.

Cuándo plantar semillas de mango: el momento óptimo para plantar semillas de mango es finales de primavera o principios de verano. Durante este período, las temperaturas suaves y los días más largos proporcionan un ambiente ideal para que las plántulas prosperen. Las plantas de mango son sensibles a los cambios de temperatura, por lo que las estaciones más cálidas favorecen su crecimiento. En los meses más fríos, medidas protectoras como cubiertas de plástico o tela pueden protegerlos, o pueden trasladarse al interior si hay suficiente luz directa disponible.

Germinación de semillas de mango: antes de plantar la semilla de mango, la germinación es un paso crucial para fortalecer las raíces jóvenes y lograr un enraizamiento exitoso. Siga estos pasos para una germinación efectiva:

  1. Extraer la semilla: Retire con delicadeza la semilla de mango de su cáscara, asegurándose de que esté limpia y sin daños.
  2. Crea una Incubadora: Humedece una hoja de papel de cocina y coloca la semilla de mango en su interior, evitando presionar excesivamente. Transfiera esta configuración a un recipiente de comida o una bolsa de plástico transparente que pueda sellarse para mantener una humedad alta.
  3. Cuidado y mantenimiento: reemplace periódicamente el papel húmedo, asegurándose de que permanezca húmedo. La germinación suele tardar unos días y la semilla brota en unas dos semanas y alcanza una altura de aproximadamente 4 centímetros.

Plantar la semilla de mango: Una vez que la semilla de mango tenga un sistema de raíces robusto y un brote vigoroso, es hora de plantarla en una maceta pequeña (de unos 10 cm de diámetro). A medida que la planta crece, luego se puede transferir a un recipiente más grande. Utilice tierra universal enriquecida con abono casero. Plante la semilla con la raíz hacia abajo y el brote hacia arriba, asegurándose de que el brote permanezca por encima de la superficie del suelo.

Cultivo de la planta de mango: La planta de mango requiere mucha agua, especialmente durante su fase de crecimiento. Es necesario un riego regular para prevenir la sequedad del suelo y evitar el estancamiento del agua. Una vez que la planta se fortalezca, considere cortar el tallo a la altura del primer nudo para fomentar un crecimiento robusto. Coloque la planta en un lugar bien iluminado con luz solar indirecta, especialmente durante las intensas horas de verano.

Fructificación e injerto: cultivar mangos a partir de semillas requiere paciencia, ya que puede tardar hasta ocho años en dar fruto y el éxito no está garantizado sin injertos. Para obtener resultados fructíferos, considere ponerse en contacto con un vivero especializado en injertos. Alternativamente, elija la semilla de una variedad de mango local, particularmente aquellos cultivados orgánicamente en regiones como el sur de Italia o Sicilia.

Cuándo esperar fruta: Las plantas de mango son conocidas por su lento proceso de fructificación. Las plantas cultivadas con semillas pueden tardar hasta ocho años, mientras que las injertadas suelen producir frutos en 3 a 5 años. A la edad de tres o cuatro años, un árbol de mango puede generar de 10 a 20 frutos, aumentando a 50 a 75 frutos en los años siguientes y alrededor de 500 frutos en su décimo año. A medida que la planta crece, transfiérala a macetas más grandes o a tierra para acomodar las raíces en expansión.

Disfrute del privilegio de tener un árbol de mango que da frutos, proporcionando una rica fuente de vitaminas, minerales y fibra dietética. Los mangos, con sus propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas, ofrecen no sólo un placer delicioso sino también un elixir de bienestar en diversas formas.