Rehabilitar árboles frutales abandonados puede ser un proceso gratificante pero desafiante. Aquí hay una guía completa sobre cómo podar y restaurar la salud y la productividad de árboles frutales viejos:
Evaluación de la salud del árbol
Antes de podar, evalúe la salud y la estructura general del árbol. Compruebe si vale la pena salvar el árbol, considerando factores como la singularidad y calidad de la fruta, la integridad estructural y la ubicación. Examine el tronco y las ramas principales en busca de signos de descomposición o daño. Si el árbol no está estructuralmente sano, está muy enfermo o se encuentra en una ubicación deficiente, podría ser más práctico plantar un árbol nuevo o propagar vegetativamente el viejo.
Pasos de poda
- Retire las ramas muertas y enfermas : el primer paso es eliminar todas las ramas muertas, enfermas y rotas. Este proceso de limpieza es crucial para la salud del árbol y prepara el escenario para una mayor poda.
- Reduzca la altura del árbol gradualmente : si el árbol es demasiado alto, reduzca su altura durante un período de 2 a 3 años, eliminando no más de un tercio de la altura total del árbol en un solo año para evitar un shock. Esto ayuda a controlar el tamaño del árbol y fomentar un nuevo crecimiento más abajo.
- Adelgazamiento de ramas : elimine las ramas interiores no deseadas, especialmente aquellas que se cruzan o crecen paralelas demasiado juntas. El raleo mejora la penetración de la luz y la circulación del aire dentro de la copa del árbol, lo cual es vital para la calidad de la fruta y el control de enfermedades.
- Cortes de rumbo y adelgazamiento : utilice cortes de rumbo para acortar y endurecer las ramas, fomentando la ramificación más abajo. Los cortes de adelgazamiento eliminan los brotes enteros hasta su punto de origen, abriendo el dosel sin inducir un rebrote excesivo.
- Progresión anual : A lo largo de los años siguientes, continuar dando forma y reduciendo la altura del árbol según sea necesario, siempre con el objetivo de mejorar la penetración de luz y aire en todas las ramas. Este proceso gradual permite que el árbol se ajuste sin someterlo a demasiada tensión.
consideraciones adicionales
- Época de poda : realice una poda importante a finales del invierno o principios de la primavera, durante el período de inactividad, para estimular un nuevo crecimiento saludable en la primavera.
- Sistemas de Poda : El sistema de poda utilizado depende del tipo de árbol frutal. Por ejemplo, los manzanos y perales semienanos suelen utilizar un sistema líder central, mientras que los melocotoneros y nectarinos suelen utilizar un sistema central abierto.
- Desinfección y herramientas : asegúrese de que sus herramientas de poda estén afiladas y desinfectadas para evitar la propagación de enfermedades. Después de podar, limpie y deseche adecuadamente la madera podada, especialmente si está enferma.
Cuidados posteriores y mantenimiento
- Salud del suelo : Mejore la recuperación del árbol quitando el pasto alto o la maleza alrededor del tronco y verificando el pH del suelo. Cubra debajo del árbol con abono o estiércol añejo para mejorar la salud y el vigor del suelo.
- Cuidado regular : inicie un programa de pulverización regular con aceites y fungicidas latentes cada temporada de inactividad para mantener el árbol sano.
Restaurar un árbol frutal abandonado es un proceso de varios años que requiere paciencia, una evaluación cuidadosa y un enfoque reflexivo en la poda y el cuidado posterior. Si sigue estos pasos y mantiene un cuidado regular, podrá rejuvenecer los árboles frutales viejos, mejorando su salud y producción de frutos. Recuerde, el objetivo es crear un árbol con una estructura equilibrada, copa abierta y buena capacidad de producción de frutos.