Podar la higuera producirá higos más dulces y sabrosos porque permite que los azúcares y las hormonas bajen por las ramas hasta la fruta. Afortunadamente, podar una higuera suele ser fácil de cuidar. Durante sus primeros dos años, una higuera debe podarse significativamente para formar su patrón de crecimiento para los años siguientes. Luego, sin embargo, puede sobrevivir con muy poca poda o una poda muy elaborada, y debería seguir creciendo año tras año siempre y cuando mantengas un mantenimiento básico.
Fases iniciales
Paso 1: determina cuándo realizar tu primera poda.
- Algunos recomiendan podar el árbol inmediatamente después del trasplante, mientras que otros recomiendan esperar hasta después de la primera temporada de inactividad.
- La poda inmediatamente después del trasplante hace que el árbol comience temprano, concentrando su energía para un desarrollo más fuerte.
- Sin embargo, existe el riesgo de impactar al árbol si podas demasiado después del trasplante, especialmente si el árbol joven ya está débil.
Paso 2: poda el árbol por la mitad.
- Al podar por primera vez, retire gran parte de la madera para fomentar el desarrollo de raíces fuertes y establecer un árbol más robusto.
Paso 3: Pode para obtener madera fructífera el invierno siguiente.
- Elija de cuatro a seis ramas de madera nueva y fuerte y pode el resto para promover frutos más saludables y limitar la altura del árbol.
Lo largo de los años
Paso 1: realice la mayor parte de la poda en invierno.
- Después de la tercera temporada de inactividad, la poda se debe realizar principalmente al final de la temporada, cuando el árbol no está creciendo activamente.
Paso 2: Retire los chupones de la base del árbol.
- Retire los chupones para evitar el agotamiento de los recursos del árbol y mantener su vigor.
Paso 3: corte la madera muerta o enferma.
- Retire la madera enferma o muerta para evitar la propagación de enfermedades.
Paso 4: Retire las ramas que no sean de madera frutal.
- Pode cualquier crecimiento nuevo que no provenga de las ramas fructíferas designadas para concentrar la energía en la fruta.
Paso 5: poda las ramas secundarias.
- Recorte las ramas secundarias que crecen dentro de los 45 grados del ángulo de las ramas principales para evitar problemas futuros.
Paso 6: considere acortar significativamente las ramas principales.
- Pode las ramas principales entre un tercio y un cuarto de su altura actual para concentrar los recursos del árbol.
Paso 7: retire los nuevos crecimientos durante el verano.
- Retire el nuevo crecimiento para dirigir la energía hacia la producción de frutas.
Paso 8: Retire las frutas potencialmente dañinas en otoño.
- Retire las frutas verdes en el otoño para permitir que el árbol dedique su energía a otras áreas beneficiosas.
La poda regular de la higuera no sólo garantiza una mejor cosecha de higos sino que también promueve su salud general. Si sigue estos pasos, podrá mantener su higuera en óptimas condiciones durante muchos años.