Las rosas son arbustos de flores perennes que perfuman los jardines y los subliman con sus diversos colores. La rosa, llamada “reina de las flores”, es apreciada por todos y cada uno de sus colores tiene su propio significado. Dicho esto, para cuidar tu rosal y disfrutar de unas flores espectaculares, es importante protegerlo del frío y las heladas, sobre todo cuando se acerca el invierno. Descubre cómo preparar tus rosas para el invierno.
A medida que se acerca el invierno, las rosas necesitan un mantenimiento especial para protegerlas de la caída de temperaturas y las heladas. Proporcionándoles estos cuidados les ayudarás a pasar mejor el invierno.
¿Cómo preparar rosas para un buen invierno?
Para tener arbustos vigorosos y sanos en primavera y favorecer su floración, es importante preparar rosas para resistir el invierno. Para ello deberán recibir los siguientes tratamientos.
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- Podar rosas en noviembre
En zonas donde nieva mucho, es importante podar ligeramente los rosales, para que las ramas muy largas no se rompan bajo el peso de la nieve acumulada. Para ello, pode las ramas solo en un tercio. No es necesario acortarlos. Tenga en cuenta también que la poda debe realizarse en rosas adultas, que tengan al menos 3 años. Puedes aprovechar esta poda para eliminar ramas pequeñas o secas, así tendrás menos trabajo que hacer en primavera. No olvides desinfectar tus tijeras de podar antes de podar un nuevo rosal, para evitar la transmisión de enfermedades. Para ello, puedes utilizar alcohol de 90°.
- Proteger el punto de injerto de las rosas.
El punto de injerto es la parte del rosal que necesita una protección especial y, con razón, es donde empiezan a crecer las ramas. El punto de injerto es también la parte más sensible al frío, mientras que la parte aérea del rosal es más resistente. Normalmente, si la plantación de tus rosas está bien hecha, los puntos de injerto quedan inmediatamente protegidos, ya que quedan enterrados de 5 a 10 cm. Si, por el contrario, la tierra está compactada hasta su nivel, utilice una azada para llevar suficiente tierra al pie de los arbustos en flor. Si es necesario, puedes levantar un montículo de tierra de hasta 20 cm de altura, alrededor del pie de tu arbusto. Esto se llama rosas de mantequilla. En cualquier caso, es importante comprobar, antes de las primeras heladas del invierno, que el punto de injerto está bien enterrado.
Si vives en una zona donde el frío es muy intenso, puedes reforzar la protección de las rosas con las que te has topado utilizando mantillo. Evite utilizar corteza de pino. Podrían ser fatales para tus rosas.
Tenga en cuenta que algunas variedades de rosas tienen un punto de injerto elevado. Es el caso de las rosas de tallo y las rosas lloronas. En este caso, de nada sirve untarlos con mantequilla. En su lugar, considere cubrir el punto de injerto con heno, periódico o paja. Tenga en cuenta también que estas rosas son muy sensibles al frío y necesitan protección adicional.
- Instale un velo de invernada para rosas sensibles al frío
Las rosas o los tallos llorones necesitan un velo de invernada para pasar mejor el invierno. Para ello, consigue un velo de calidad en un centro de jardinería y fíjalo a la parte aérea de tu rosal con alambre.
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- Fortalecer la resistencia de las rosas al frío.
Para que tu rosa sea más resistente al frío, es necesario prevenir el crecimiento de ramas jóvenes antes del invierno. De hecho, al ser frágiles, no tendrán tiempo suficiente para endurecerse y, por tanto, tendrán dificultades para sobrevivir al invierno. Por tanto, es aconsejable suspender todos los fertilizantes nitrogenados a partir de mediados de julio. También es aconsejable a partir de mediados de septiembre retirar las flores marchitas, para no favorecer el desarrollo de ramas jóvenes.
Gracias a estos cuidados permitirás que tus rosas pasen mejor el invierno, mantendrás sanos tus arbustos en flor y los prepararás para la próxima floración.
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