Las operaciones básicas para enraizar lavanda por esquejes.
Al igual que muchas plantas, la lavanda también se puede propagar por esquejes: es decir, a través de ramitas obtenidas de una planta madre y replantadas después de enraizarlas.
El de los esquejes es un proceso aparentemente fácil, sin embargo requiere precauciones específicas dependiendo de la planta en cuestión: en este caso lavanda, de hecho.
Así que veamos cómo propagarlo correctamente.
- Periodo: la época ideal para enraizar los esquejes de lavanda es la primavera, o justo antes del otoño o entre septiembre y octubre.
- Corte: Primero, para cortar correctamente las ramitas necesitas herramientas limpias y esterilizadas. Elija una rama sana y cubierta de hojas de una planta madre adulta (es decir, 2 años al menos). Practica un corte oblicuo.
- Corte: el corte debe tener las características de una ramita de unos 10 cm de largo, de la cual se deben quitar las hojas en la base.
- Suelo: El esqueje de lavanda puede enraizarse en pequeñas macetas de tierra. Sin embargo, es importante que este tenga un componente drenante, ya que el exceso de agua puede dañar el corte e impedir su crecimiento.
- Agua: o puedes enraizarla en agua, insertando la ramita en un vaso de agua, de esta manera también será posible controlar el progreso de las raíces.
- Exposición: la exposición de los esquejes puede variar dependiendo del período, sin embargo en general es recomendable protegerlo de la luz solar demasiado directa pero también de temperaturas extremadamente frías.
- Riego: si has optado por plantar el esqueje en el suelo, es bueno mantenerlo siempre húmedo evitando que se reseque por completo.
- Decantación: cuando notes que las hojas y el tallo del esqueje comienzan a desarrollarse, es el momento de trasladarlo al jardín o a una maceta de tamaño adecuado.