Quienes aman las orquídeas saben lo difícil que es mantenerlas vivas. Una vez llevadas a casa, las orquídeas suelen empezar a perder sus flores primero y luego a pudrirse.
Si a ti también te ha pasado esto, debes saber que es probable que haya sido el tipo de riego el que decidió el destino de tu orquídea. El riego adecuado es la clave para que una orquídea dure muchos años .
Las orquídeas, como todas las plantas, necesitan el equilibrio adecuado entre aire, luz y agua para poder crecer y florecer adecuadamente. El riego incorrecto es uno de los principales factores por los que mueren las plantas.
Aunque no existe una fórmula mágica para regar las orquídeas , sí existen precauciones a seguir para evitar que se pudran sus raíces. Por ejemplo, muchas veces el sustrato parece seco en la superficie, cuando aún retiene mucha humedad en su interior, y regando contribuimos a que la planta se pudra.
Antes de regar conviene pesar el recipiente: un sustrato seco resultará mucho más ligero.
Introduce un palo de madera en el sustrato, si queda seco significa que ha llegado el momento de regar tu orquídea.
Otro factor a tener en cuenta es que las raíces de las orquídeas están rodeadas por una fina membrana, que absorbe rápidamente grandes cantidades de agua. Cuando la membrana está seca se vuelve blanca, cuando está húmeda se vuelve verde.
1. Riega tu orquídea en remojo
El hecho de que sea una planta tropical no significa que la orquídea necesite mucha agua. El exceso de humedad puede provocar que la planta se pudra o hacerla vulnerable a los hongos.
Para regar tu orquídea puedes utilizar el método de remojo. Sumerge el jarrón en agua durante 20 minutos, evitando mojar las hojas. Luego, deja escurrir todo el exceso de agua antes de volver a colocar la orquídea en su lugar.
2. Riega la orquídea usando el método del cubito de hielo.
Si no tienes tiempo para aplicar el método de inmersión, definitivamente te gustará esta técnica.
Coloca unos cubitos de hielo sobre el sustrato de orquídeas y espera a que se derritan por completo.
Este método permite la penetración gradual del agua, evitando así que la orquídea se pudra.
Ahora que ya sabes cómo regar las orquídeas correctamente , aplica los métodos anteriores para que tus plantas duren mucho más.