¿Hojas secas y amarillas o raíces grises? Son señales de que su orquídea se está muriendo. Y tienes que actuar rápido para salvarla.
En este artículo, voy a echarte una mano para descifrar los signos de enfermedad de tu orquídea para que puedas ayudarla inmediatamente. Para cada enfermedad, los cuidados que debes dar a tu planta son diferentes. Aquí tienes todos los detalles.
Su orquídea está arrugada y flácida
¿Ha notado que las hojas de su planta están blandas y arrugadas? Este problema puede deberse a un exceso de riego. ¿Cómo puede salvar su orquídea?
Empiece por dar la vuelta a la maceta para eliminar el exceso de agua.
Una vez que haya escurrido el agua, saque la planta de la maceta y compruebe el estado de las raíces.
Retire las raíces podridas o ennegrecidas.
A continuación, trasplante la planta a una maceta con agujeros de drenaje y compost seco.
Aunque la orquídea es una planta tropical, no necesita mucha agua.
En periodos secos, su orquídea necesita riego cada 2 días.
Su orquídea tiene las hojas secas y amarillas
Si planta una orquídea phalaenopsis, tenga en cuenta que es una planta comunicativa. Si ve hojas amarillentas o secas, significa que la planta está sufriendo por falta de agua. ¿Qué puede hacer para salvarla? Riega por inmersión.
Coge un barreño y llénalo de agua.
Sumerge la maceta durante 45 minutos.
Sácala y déjala escurrir. Luego vuelve a colocar la maceta en su sitio.
No olvides regar tus orquídeas una o dos veces por semana si están colocadas en un lugar cálido y seco.
Su orquídea tiene el follaje amarillo
Si su orquídea se vuelve amarilla, significa que sus condiciones de vida no son perfectas.
Demasiada agua o muy poca, una enfermedad o demasiado sol directo pueden provocar este fenómeno.
Para ayudar a su planta a recuperarse, compruebe el riego.
A menudo, es el exceso de riego lo que hace que una orquídea se vuelva amarilla, ya que el agua se estanca en la maceta.
Su orquídea muestra rayas blancas
¡No mire lejos! Estas zonas blancas se deben a quemaduras solares. Puede que hayas puesto tu planta en una zona demasiado soleada y haya estado en contacto directo con los rayos del sol.
La forma más rápida de recuperarla es trasladarla a un lugar luminoso alejado de la luz solar directa. Si es necesario, puedes retirar las hojas dañadas.