Cómo utilizar ajo para salvar una planta de interior marchita

Condimento protagonista de nuestras recetas culinarias, el ajo tiene fama de aromatizar nuestros platos y dar sabor a todos nuestros platos. Pero, si es imprescindible en la cocina, resulta que su utilidad no termina ahí. Puede que te sorprenda, ¡pero también tiene la capacidad de salvar la vida de nuestras hermosas flores de interior! Te lo explicaremos.

Quizás no lo sepas, pero el ajo favorece una rica floración de nuestras plantas. Y con razón contiene una gran cantidad de componentes activos, entre ellos el azufre, que es el responsable de su olor y sabor, lo que también permite que las plantas tengan un buen crecimiento y una floración abundante. Este nutriente esencial se utiliza para controlar plagas y enfermedades. Porque, de hecho, el ajo es un repelente natural que repele eficazmente indeseables como los pulgones o las moscas. Su olor fuerte y penetrante actúa, por tanto, como barrera para ahuyentar a todos los insectos que dañan las plantas. ¡Una forma orgánica muy recomendada de evitar que las flores de tu interior se marchiten!

Necesitará:

Ajo
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Ajo – Fuente: spm

  • Un litro de agua
  • Tres dientes de ajo
  • un cuenco de cristal
  • Una tableta de ácido succínico

Para preparar la mezcla, diluya la pastilla de ácido succínico en agua caliente y hierva todo, luego pique el ajo. Cuando el agua empiece a hervir, añade el ajo. Vierta la solución en el recipiente de vidrio y déjela reposar durante 24 horas.

Aunque la mezcla de ajo no es tóxica, puede resultar muy irritante para los ojos, así que mantén el dispensador alejado de tu cara.

Elaborado a partir de cristales incoloros e indoloros, el ácido succínico es un adaptógeno perfecto y un auténtico estimulante del crecimiento de las plantas. En particular, contribuye a hacerlas más resistentes a las enfermedades fortaleciendo su inmunidad, aumentando la cantidad de clorofila en las hojas o incluso desestrésando las plantas después de la desecación o el estancamiento hídrico. Además, este ácido es un bioestimulante que combate las sustancias tóxicas del suelo y no contamina el medio ambiente.

Descubre las enfermedades de las orquídeas más comunes    , pero también los tratamientos a aplicar para prevenir la pérdida de flores:

orquídeas
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Orquídeas – Fuente: spm

1. Podredumbre por hongos

Síntomas :

Los signos más comunes de esta enfermedad son la aparición de manchas negras en el envés de las hojas, a veces hinchadas, otras hundidas, y la pudrición de las raíces. Las manchas de hongos se propagan y son causadas por exceso de agua en el suelo o por salpicaduras y agua estancada.

Tratamiento :

Retire las partes enfermas (  hojas  , raíces, flores), limite el riego dejando de pulverizar y asegure una mejor ventilación. Si la podredumbre se extiende, cambia la maceta y el sustrato. También rocíe un fungicida comercial.

planta de interior
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Plantas de interior – Fuente: spm

Soluciones naturales: 

Debido a que   las plantas de interior   crecen en el mismo ambiente que usted, los fungicidas pueden filtrarse en las cortinas u otros objetos cercanos. Es mejor optar por la alternativa de soluciones naturales. ¿Cómo preparar un remedio casero?

Puedes hacer una pasta con canela en polvo y agua. Mezclada bien y repartida por toda la planta con una brocha, esta solución es muy eficaz. También puedes añadir de 4 a 5 dientes de ajo machacados en un litro de agua hirviendo. Deja enfriar la infusión, fíltrala y úsala como fungicida natural.

2. Podredumbre bacteriana

Síntomas  

La bacteriosis es relativamente rara en las orquídeas, que generalmente son más resistentes a estas enfermedades que otras flores. Se revelan como manchas marrones, inicialmente pequeñas, con bordes afilados. Los tejidos alrededor de estos puntos son blandos. A los pocos días, la hoja se vuelve amarilla y se cae.

Tratamiento :

Si se produce esta situación, hay que aislar la planta: hay que cortar las partes afectadas con un bisturí que luego hay que desinfectar con una llama después de cada corte. Deja de pulverizar y desinfecta el espacio donde tienes el resto de orquídeas. Lo ideal es delegar en otra persona la tarea de cuidar la orquídea afectada. Debe ser alguien distinto al cultivador, para minimizar el vínculo entre la planta enferma y el resto del espacio.