Con el método de la toalla limpio la casa en 5 minutos

Las temperaturas aumentan y la intención de limpiar la casa disminuye proporcionalmente: ¡con el método de la toalla, resolveremos el problema en 5 minutos de reloj!

Aunque el verano esté a la vuelta de la esquina y la pereza nos seduzca, ¡todos los días tenemos que ocuparnos de la limpieza de la casa! Reunamos energía y dediquemos algo de tiempo a higienizar el entorno en el que vivimos, es un imperativo categórico.

De hecho, no podemos descuidar esta necesidad de garantizar un lugar sano y seguro para nuestros seres queridos y para nosotros mismos. Para ello, sería mejor recurrir a remedios naturales y dejar detergentes químicos en el cajón (o en las estanterías). Con este truco de la abuela, será muy fácil renunciar a los químicos habituales y el resultado te sorprenderá.

¡Las superficies brillan como nunca antes en menos de 5 minutos en el reloj sin frotar!

En definitiva, esta práctica pertenece a la tendencia que más nos gusta: ¡el mínimo esfuerzo para obtener los máximos resultados!

Con el método de la toalla limpio la casa en 5 minutos

El método de la toalla es uno de los trucos menos conocidos, pero más decisivos, de la abuela.

Para ponerlo en práctica, todo lo que necesitas es una toalla vieja, o más de una.

Si la cal de la lavadora te atormenta y no te garantiza una colada impecable, córtala en muchos trozos pequeños, sumérgelos en vinagre blanco y colócalos en el tambor y en la junta, donde notes las incrustaciones más evidentes. Déjalos actuar durante al menos una hora, luego, sin quitarlos, inicia un ciclo de vacío de 90°. y disfruta del resultado.

¿Son los cubiertos su mayor preocupación? Opaco y ennegrecido, ciertamente no es un objeto digno de admiración. Tal vez domine la mesa de la sala de estar, en el aparador más valioso de la casa, pero en este estado ciertamente no atrae la atención. Sin embargo, pulirlo es agotador, especialmente ahora que está empezando a calentarse.

Tómate 5 minutos para preparar este tipo de poción mágica. Mójate y escurre una toalla suelta y acogedora. Vierta el jabón líquido de Marsella o ralle las escamas, luego espolvoree con bicarbonato de sodio. Coloque los cubiertos en el centro, luego envuélvalos en el paño y déjelos reposar dentro durante 4 horas. Después de este tiempo, retíralo y admíralo.

En las manchas más difíciles, puedes frotar un trozo de tela hasta que desaparezca por completo.

Todo brillará.

Por último, otro punto delicado son las manchas en el sofá. Con niños o amigos peludos por casa, es muy normal que los asientos no estén precisamente inmaculados. Lo mismo ocurre con las alfombras. Nuevamente, use una toalla húmeda y escurrida, úsela casi como un guante para agarrar una barra de jabón de Marsella y frotar las áreas comprometidas. Volverán a ser blancos en poco tiempo.

¡Eso es lo que queremos decir con el mínimo esfuerzo para obtener el máximo resultado! Satisfecho, ¿verdad?