Si tienes un jardín o terreno donde puedes plantar un árbol frutal, considera preparar tú mismo la planta, como el manzano, por ejemplo. Esta planta es sencilla de producir, sólo necesitas coger las semillas de una manzana muy madura. Este detalle te permite estar casi seguro de que las semillas germinarán rápidamente.
Cultivar un manzano: de la plántula a la planta, cómo hacerlo en casa
Una vez obtenida la manzana, es necesario coger las semillas. Para no dañarlas, corta la manzana casi por la mitad, sin llegar al centro con el cuchillo, luego dale la vuelta y se dividirá en dos partes, dejando las semillas intactas. Una vez que hayas recogido las semillas, coge un recipiente de cristal o plástico y una pequeña servilleta de tela.
Coloca la servilleta en el recipiente elegido, coloca las semillas que recolectaste dentro y cierra la servilleta. Luego rocíe abundantemente con agua usando un atomizador y cierre el recipiente. Luego colóquelo en una parte de la casa bien iluminada, pero no al sol. Después de 10 días, revisa las semillas y verás que algunas ya han germinado.
A continuación, coge una maceta pequeña de unos 10 cm de diámetro. Ponga tierra fresca adentro. Haz un agujero en el centro y coloca la semilla con la raíz hacia abajo y la cabeza hacia arriba a una profundidad de unos 3 centímetros. Luego rocíe el piso con un atomizador y abundante agua. Coloque la maceta a la luz, pero no a la luz solar directa.
Al cabo de dos días verás que aparecerá la cabeza de la semilla y a medida que pasen los días la planta se irá fortaleciendo y creciendo visiblemente. Después de 3 meses verás una planta exuberante en la maceta. Alrededor de los 6 meses habrá alcanzado una altura de unos diez centímetros. El brote joven deberá hacerse más grande y robusto antes de ser injertado. Después de unos años, podrá darte frutos deliciosos.