Cultivar y hacer crecer un cerezo con éxito

Los cerezos son maravillosos árboles frutales que añaden belleza y sabor a cualquier jardín.

Si eres un entusiasta de las frutas y quieres cultivar tus propias cerezas en casa, ¡este artículo es para ti!

Nos sumergiremos en el arte de plantar y cuidar cerezos, compartiendo valiosos consejos, técnicas y conocimientos esenciales para el éxito de su jardinería.

Conozca las mejores prácticas para seleccionar, preparar, cuidar y proteger los cerezos de plagas y enfermedades. ¡Prepárate para arremangarte y disfrutar de los frutos de tu trabajo!

Elegir el cerezo perfecto Elegir el cerezo ideal depende de factores como el tamaño del jardín, el clima y tus gustos personales y estéticos. Existen dos tipos principales de cerezos: los cerezos dulces (Prunus avium) y los cerezos amargos (Prunus cerasus). Los cerezos dulces producen frutos deliciosamente dulces para el consumo directo, mientras que los cerezos amargos son delicias culinarias que se utilizan a menudo para cocinar y hornear.

Los cerezos dulces suelen crecer entre 20 y 35 pies de altura, lo que requiere climas más cálidos para obtener cosechas abundantes. Las variedades de cerezas dulces de renombre incluyen las famosas ‘Bing’, ‘Rabbits’, ‘Rainier’ y ‘Sweetheart’.

Los cerezos amargos son árboles más pequeños, alcanzan alturas de 4 a 12 metros y prosperan en regiones más frías. Las variedades de guindas más conocidas incluyen ‘Montmorency’, ‘Morello’ y ‘North Star’.

El papel de la polinización Para que los cerezos tengan éxito, la polinización es esencial. Algunos cerezos son autofértiles y dan frutos de forma independiente, mientras que otros requieren polinizadores compatibles cerca. Consulte atentamente la información proporcionada por los viveros o proveedores de plántulas para seleccionar los árboles apropiados.

Época y método de siembra El otoño o la primavera es el mejor momento para plantar cerezos, ya que proporciona suficiente humedad en el suelo y temperaturas suaves para un establecimiento exitoso.

Siga estos pasos para una siembra exitosa:

Elija un lugar soleado: los cerezos prosperan en lugares soleados y requieren al menos 6 horas de sol directo al día.

Preparación del suelo: Los cerezos prefieren suelos bien drenados, fértiles y ligeramente ácidos (pH 6,0-6,5). Mejore el suelo arcilloso pesado con abono, turba y arena gruesa.

Cava un hoyo adecuado: Cava un hoyo dos veces más ancho que el cepellón y un poco más profundo. Plante el árbol con la línea de injerto aproximadamente a una pulgada del suelo.

Agua y mantillo: riegue bien el árbol después de plantarlo para eliminar las bolsas de aire. Aplique mantillo alrededor de la base para retener la humedad y eliminar las malas hierbas.

Mantenimiento y cuidado del cerezo Asegure un cerezo próspero con el mantenimiento y cuidado adecuados:

Riego: Los cerezos jóvenes requieren un riego regular para un desarrollo sólido de las raíces. Durante el primer año, riégalas semanalmente, ajustándolas según el clima. Los árboles establecidos toleran los períodos secos, pero riégalos durante las sequías para obtener cosechas óptimas.

Fertilización: Estimule el crecimiento y la producción de frutos con una fertilización anual utilizando un fertilizante balanceado (por ejemplo, 10-10-10) a principios de la primavera antes de la floración.

Poda: La poda de invierno mantiene la forma, favorece la fructificación y protege contra enfermedades. Retire las ramas muertas, enfermas o cruzadas, asegurando una adecuada circulación del aire y la penetración de la luz.

Protección contra plagas y enfermedades: Inspeccione los árboles con regularidad en busca de pulgones, ácaros, podredumbre parda y goma. Trate los problemas rápidamente con tratamientos biológicos o químicos apropiados.

Con estas valiosas técnicas a su alcance, ahora está preparado para plantar, cuidar y apreciar su propio cerezo. Espere un árbol próspero y fructífero que proporcione deliciosas cerezas en los años venideros. ¡No esperes más, elige tu cerezo perfecto y empieza a plantar hoy mismo!