¿Te fascinan las fucsias, pero no sabes cómo cultivarlas? Nosotros te asesoraremos.
Muchos de nosotros queremos utilizar la belleza de esta planta como característica dominante de nuestro patio o patio delantero. Es cierto que sus hermosas flores llamarán inmediatamente la atención, pero debes seguir los principios fundamentales a la hora de cultivarlas.
1. Las fucsias resisten el sol, pero no toleran la fondue caliente. Si alguien lo cultiva en un balcón cálido del sur, también puede matarlo regándolo: el agua vertida en el suelo caliente simplemente hervirá las raíces. Naturalmente, las plantas enraizan a una temperatura estable de alrededor de 10°C. En la naturaleza, las fucsias crecen bajo las copas de los árboles de hoja caduca, en el suelo suelto del bosque, donde los rayos a veces las iluminan entre las sombras errantes. A la hora de cultivar fucsia en maceta, hay que pensar en ello.
2. Aislar la maceta del calor. Es necesario introducir la maceta en una maceta más grande y llenar el espacio intermedio con una capa aislante, por ejemplo, grava o madera de poliestireno. Una maceta grande directamente para la planta no es una buena solución porque con el tiempo se sobrecalentará al igual que una pequeña y surgirá el mismo problema al regar. Además, cuando el sustrato no está demasiado cubierto de raíces, se pudre con facilidad, las setas tienen más espacio para desarrollarse. Por eso, a la hora de trasplantar, recomendamos una maceta sólo 2 cm más grande. El fucsia no teme que toda la parte subterránea sea invadida por raíces, al contrario, pero hay que abonarlas periódicamente.
3. Riego. Las fucsias se sienten mejor y se ven mejor en climas templados y húmedos. A temperaturas superiores a los 20°C cierran sus poros para protegerse del calor y se evaporan muy poco. Si regamos la planta en un día caluroso, podemos “ahogarla” fácilmente. » Al igual que con otras flores en macetas, el riego excesivo inconsciente es una causa común de muerte de las plantas. Para el riego se utiliza agua superficial, que, al igual que el agua de lluvia, es ideal. El agua dura no es buena para las fucsias, que requieren un pH ligeramente ácido.
4. Prevención de enfermedades y hongos. Los hongos también se pueden evitar con una nutrición adecuada. Contrariamente a la práctica habitual, se recomienda dar a las fucsias desde principios de primavera hasta el otoño un abono soluble con la misma proporción de nitrógeno, fósforo y potasio, que las fortalecerá. Esto los hace más fuertes y resistentes a enfermedades y plagas. El exceso de nitrógeno no es bueno, pero sin él no crecerían ni absorberían otros elementos. Durante la temporada, es bueno fertilizar con fertilizante Kristalon, que contiene 19% de nitrógeno, 19% de fósforo y 19% de potasio. No podemos utilizar fertilizante NPK normal porque contiene calcio, que las fucsias no toleran en grandes cantidades.
5. Dale forma al árbol. Las coronas de flores en el tallo son muy bonitas. En el caso de una planta en crecimiento, rompemos las válvulas del mismo modo que en el tomate, pero dejamos las hojas en el tallo antes de que se caigan solas. Dejamos 3-4 brotes en la parte superior de la copa, con el tiempo los acortamos para que se ramifique y poco a poco comenzamos a darle forma a la copa. También se puede crear un árbol interesante a partir de fucsia de hojas finas (Fuchsia procumbens), si se atan uno o más brotes a un soporte. También se pueden injertar fucsias, se pueden injertar diferentes variedades en una esquina de la copa del árbol o debajo de la corteza.
6. Invernada. Durante la invernada, lo ideal es que la temperatura fluctúe entre 4 y 5°C, las fucsias pueden tolerar cero, pero no debe congelarse. Antes de pasar el invierno, se acortan en dos tercios; el corte de otoño lo demuestra por varias razones. La fucsia es una planta de días largos, en invierno los días son cortos, por lo que no es una época fácil para ella ni siquiera en la “zona de invernada”. Los días oscuros y truncados de noviembre a enero son más fáciles de superar. En esta época no abonamos el fucsia y lo regamos muy poco. Quienes disponen de espacios adecuados, como un garaje luminoso, un pasillo, etc., pueden pasar el invierno en el color fucsia incluso a temperaturas más altas, pero más de 10°C ya no son adecuados para ellos. Incluso si la planta se estira un poco en invierno, una poda de primavera será suficiente. En primavera, endurezca el fucsia lo antes posible. Si solo tienes unas pocas plantas, puedes llevarlas fácilmente al interior en una noche helada. Cobran vida de forma rápida y hermosa al aire libre.
NIÑOS
El método favorito de los holandeses es el krechtoven. ¿Como hacer? Usaremos como embalaje una caja de madera o un frigorífico o congelador desechado. Sacamos las fucsias de sus macetas, las tratamos contra el moho y las colocamos tumbadas en la caja. Luego se cubren las raíces con turba ligeramente humedecida. Es posible colocar las raíces de plantas individuales antes de guardarlas en bolsas de plástico, que retendrán la humedad. Enterramos la caja, idealmente en un invernadero o en una planta de aluminio, que no necesita calefacción, pero que proporciona cierta protección. La tapa debe estar entreabierta hasta que se congele. Cuando la temperatura desciende por debajo de cero, cerramos la tapa y aislamos con capas de paja. En primavera trasladamos las plántulas a macetas y las endurecemos gradualmente. El método de trabajo tiene la ventaja de que las fucsias se tratan completamente y se trasplantan cada año, lo que les permite empezar de nuevo. Pero los hermosos árboles perennes no pueden pasar el invierno de esta manera. Asegúrese también de que los ratones de campo y los ratones no entren en el “krecht”.