Cultivo de geranios brillantes: secretos y cuidados para un jardín floreciente

Los geranios se encuentran entre las plantas más populares para embellecer un jardín o un balcón. Su floración duradera, su resistencia a las variadas condiciones climáticas y su mínimo mantenimiento las convierten en aliadas ideales. Además, los geranios actúan como repelentes naturales de mosquitos. Sin embargo, para asegurar una floración perfecta, es fundamental conocer algunos secretos para mantener tus plantas sanas. Aquí tienes todo lo que necesitas saber para tener hermosos y coloridos Geranios en tu jardín.

Luz

Los geranios requieren mucha luz, ¡especialmente si quieres que florezcan profusamente! Colóquelos preferiblemente a la luz, idealmente orientados al sur o sureste.

La temperatura óptima para la planta está entre 15 y 25 grados centígrados. A los geranios no les gusta el frío ni el viento, por eso es fundamental protegerlos en invierno colocándolos en un lugar luminoso pero resguardado de tu jardín o balcón. En caso de temperaturas muy frías, puedes cubrir los Geranios con una lona de nailon.

Agua

¡Riegue con frecuencia, especialmente en verano!

Los geranios requieren mucha agua y la tierra debe permanecer siempre húmeda. Por eso, cuando hace calor, riégalas una o varias veces al día. En climas más fríos, riégalas sólo ocasionalmente, teniendo cuidado de no dejar que la tierra se seque.

En ocasiones, el agua que utilices puede no ser adecuada para los geranios debido al alto contenido de calcio. Puede resolver este problema dejando reposar el agua en una regadera durante la noche con un poco de turba en el fondo. Esto le dará al agua un pH óptimo para tu planta.

Recuerda evitar el agua estancada al regar, ya que esto puede provocar la pudrición de las raíces. Evite también regar las hojas, ya que pueden desarrollar hongos o moho.

Ollas

Uno de los secretos de una planta sana es la maceta en la que se planta.

Los geranios se pueden plantar en macetas de cualquier forma, pero el tamaño importa.

El tamaño ideal de maceta es de al menos 20 cm de diámetro y al menos 15-20 cm de profundidad. Estas son las dimensiones óptimas para permitir el libre desarrollo de las raíces de la planta. Si el geranio es especialmente grande, se aconseja elegir macetas más grandes, de hasta 40 cm de diámetro.

En el fondo de la maceta puedes colocar piedritas para aportar peso y evitar que el viento derribe la planta.

Suelo

Los geranios prosperan en suelos ligeramente ácidos.

Aunque tienen raíces robustas que pueden adaptarse a diferentes tipos de suelo, la planta crece mejor en suelos ligeros, porosos y ricos en arcilla. Puedes encontrar tierra adecuada para tus Geranios en los viveros.

Generalmente, la planta se debe trasplantar con tierra fresca a finales del invierno o principios de la primavera. Antes de trasplantar, limpie las raíces de la tierra vieja.

Fertilización

¡No olvides fertilizar tu planta!

La mejor época para abonar es durante el periodo de floración, desde primavera hasta finales de otoño. Los fertilizantes más adecuados son los que contienen nitrógeno, fósforo y potasio.

Los posos de café son un fertilizante natural esencial. ¡Solo dos cucharadas de café molido secado al sol son suficientes para proporcionarle a tu planta una dosis importante de nutrientes!

Durante los meses más cálidos, también puedes fertilizar la planta cada 15 días si quieres que florezca profusamente.

Limpieza

Los geranios requieren un poco más de atención a la hora de limpiarlos, especialmente quitando flores y hojas descoloridas.

Para favorecer el crecimiento de nuevas flores y hojas, las viejas deben cortarse con unas tijeras. Antes de utilizar las tijeras recuerda desinfectarlas con alcohol para evitar que la planta se infecte.

Enfermedades y plagas

Como muchas plantas, los geranios atraen plagas que pueden dañarlos o incluso provocar su muerte.

Si las hojas se vuelven amarillas y la superficie de la planta parece pegajosa, la causa pueden ser pulgones o ácaros. En este caso, puedes combatirlos con un remedio natural a base de jabón de Marsella o añadiendo unas gotas de aceite esencial de canela al agua de riego.

Sin embargo, una de las mayores amenazas para los Geranios es el Geranium lychnidis, un parásito que puede infectar la planta y provocar su muerte en poco tiempo.

Los remedios naturales consisten en limpiar las hojas y ramas del Geranio con un algodón empapado en agua y ajo para eliminar las larvas.

Existen varios remedios naturales contra las cochinillas, entre ellos el aceite de linaza diluido en agua, alcohol o jabón de Marsella.