El apio contiene una cantidad muy elevada de agua y su carácter fibroso lo hace ideal para quienes gustan de picar sin engordar.
Las hojas de apio también se pueden comer o usar en sopas o para hacer jugo de apio.
El apio tiene un periodo de crecimiento de aproximadamente 5 meses. Una helada invernal puede destruir por completo una cosecha entera.
Agregue abono o fertilizante orgánico, estiércol al suelo unas semanas antes de plantar plántulas de apio.
La tasa de germinación del apio no es muy alta, siembre las semillas de apio a 5-6 centímetros y 0,5 cm de profundidad.
Plante sus plantas de apio cuando midan unos 8 cm de altura (5-6 semanas) y cuando las temperaturas hayan subido ligeramente. Luego, separe las plántulas a unos 15-20 cm de distancia.
El apio no crece bien en condiciones de mucho calor; una ola de calor sin un riego adecuado hará que los tallos se vuelvan duros y fibrosos.
El tipo de terreno
Al apio le gustan los suelos que son capaces de retener la humedad del suelo y por eso han tenido abono o abono orgánico.
Si su suelo tiene buen drenaje, asegúrese de que su apio reciba riego regular durante el clima cálido.
El riego cuidadoso es fundamental para un buen rendimiento del apio; el apio requiere un riego frecuente y regular.
Elimine las malas hierbas entre las plantas de apio, competirán con el apio por nutrientes, luz y humedad.
Puedes blanquear el apio cubriendo los tallos para evitar que les llegue la luz. Blanquear el apio puede reducir el amargor y hacer que el tallo parezca más pálido.
La recolección del apio se realiza cuando haya alcanzado el tamaño deseado, se cortan las plantas por encima del suelo para que todos los tallos queden quietos como una sola unidad. Lave el bulbo del tallo en agua fría y séquelo. El apio se conservará en el frigorífico durante una o dos semanas. El apio se blanqueará de forma natural o durante el almacenamiento.
Si lo deseas, puedes quitar algunos tallos a la vez en lugar de cosechar toda la planta. Preferiblemente quitar primero los tallos exteriores y dejar los tallos menos desarrollados en el interior para que continúen con su desarrollo. Tenga cuidado de no dañar el resto de la planta.
Varias plagas, como pulgones, babosas y moscas del apio, pueden dañar las plantas de apio.