Entre la amplia gama de plantas con flores de interior, la orquídea sigue siendo sin duda la más popular. Y esto no es de extrañar, ya que esta planta tropical no sólo es aromática, sino que también destaca por su profusión de colores. Su exótica belleza tiene algo que atraer a todos los amantes de la exuberante vegetación. Como beneficio adicional, esta planta ornamental es fácil de mantener. Pero para sublimar su floración siempre conviene favorecer determinados métodos naturales. ¡Aunque son fuera de lo común, siguen siendo muy eficientes, ecológicos y súper económicos!
Para conservar tus orquídeas lo imprescindible es proporcionarles un ambiente adecuado: buena luz, un poco de humedad y un abono de choque para que no se marchiten y favorezcan una floración abundante. Precisamente, no hace falta ir demasiado lejos ni plantearse arruinarse para mimarlos. ¡La solución está simplemente en tu cocina! Es difícil de creer, pero la mayoría de las veces los mejores remedios son los que tenemos a mano. Te sorprenderemos aún más, ya que tu desperdicio de alimentos también marca la diferencia. Dos pájaros de un tiro: preserva el medio ambiente y embellece tus orquídeas mediante el reciclaje. Hoy destacaremos las maravillosas propiedades de la cáscara de patata.
No tires estas cáscaras: las necesitarás para fertilizar tus plantas de interior. ¡Descubre este remedio natural ahora!
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Fertilizante de cáscara de patata para orquídeas.
Hay varias razones por las que deberías utilizar un fertilizante de cáscara de patata. En primer lugar, es la forma más fácil y económica de alimentar tus plantas. En segundo lugar, la corteza puede matar las bacterias dañinas del suelo y, al mismo tiempo, retener todos los nutrientes que luego pueden ser absorbidos por las raíces.
Además, el fertilizante para patatas se puede preparar de varias formas. Podrás elegir fácilmente la opción que más te convenga. Por cierto, este tratamiento es relevante no solo para las plantas de interior, sino también para las verduras.
¿Cómo utilizar cáscaras de patata en tus orquídeas? Aquí tienes el método rápido y sencillo.
Remojar las cáscaras de patata en abundante agua hirviendo durante al menos 4 horas. Luego filtrar el líquido. Una vez que se haya enfriado por completo, úsalo para regar la tierra. Si quieres, también puedes utilizar esta agua rociándola directamente en la maceta.
¿Los beneficios del fertilizante de cáscara de patata?
Las cáscaras de patata son ricas en nutrientes: glucosa, ácido ascórbico, ácidos orgánicos y almidón. También es una fuente importante de oligoelementos como fósforo, flúor, potasio y magnesio.
Entonces, ¿cuáles son los beneficios de una dieta tan natural para tus plantas?
En primer lugar, este fertilizante casero llena de forma natural tus plantas de nutrientes y minerales. Todo lo que necesitan para desarrollarse pacíficamente y prosperar. Así, gracias a la fertilización con estas cáscaras, las flores de interior crecerán más rápido, lo que ayudará a mejorar notablemente la floración de tus orquídeas.
Por cierto, la decocción de cáscaras de papa es adecuada no solo para las orquídeas. También puedes abonar otras especies como violetas, cactus, ficus y otras flores de interior.
¿Cómo hacer fertilizante con cáscaras de patatas?
Para preparar este abono, pela de 3 a 6 patatas (¡las que usarás para hacer patatas fritas, por ejemplo!). Luego, una vez peladas, pique finamente las cáscaras. Hervirlas en una cacerola llena de un litro de agua durante 15 minutos.
Luego enfriar el caldo y filtrarlo por un colador. Riega tus orquídeas con este líquido cada 15 días. Te recomendamos hacer pequeñas cantidades de fertilizante, ya que sólo podrás conservarlos en el frigorífico durante 2 semanas.
Fertilizante en polvo
No obstante, puedes preparar un abono en polvo, siempre a base de pieles de patata. La preparación lleva un poco más de tiempo, pero te beneficiarás durante más tiempo.
Procedimiento: Primero, enjuaga bien las cáscaras con agua corriente fría. Luego séquelos al aire libre o al horno. En el primer caso, extender las cáscaras en una fina capa sobre papel o tela, y colocarlas en un balcón o ventana (protegido del sol). Tardan de 10 a 12 días en secarse perfectamente. Si la paciencia no es tu fuerte, opta por secar en un horno calentado a 100°C, lo que sólo te llevará 3 o 4 horas.
Una vez bien secas, coloca las cáscaras en una bolsa de lona para que respiren y guárdalas en un armario. Si prefieres el secado natural, lo mejor es guardarlos en un lugar fresco.
Para preparar el fertilizante cuando lo necesites, retira las cáscaras de la bolsa y muélelas hasta convertirlas en polvo en la licuadora. Este polvo se puede verter directamente debajo de la raíz de las plantas una vez cada 4 semanas.
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Recuerda guardar este fertilizante en bolsas de plástico. La gran ventaja es que este polvo se puede conservar durante varias semanas.
¡Lo suficiente para beneficiar a tus orquídeas y hacerlas cada vez más floridas!
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