Ya sea usted un cocinero principiante o experimentado, la acumulación de grasa en las superficies de la cocina es inevitable y siempre será su enemigo. Afortunadamente, no es necesario utilizar productos químicos como lejía para limpiar profundamente la estufa. La grasa y los restos de comida son un auténtico reto porque no sólo son difíciles de eliminar, sino que además hay que tener cuidado de no rayar la cocina, sobre todo si es de cerámica o de azulejos. A continuación se ofrecen algunos consejos eficaces para limpiar a fondo la estufa y eliminar la grasa y los restos de comida secos, sin riesgo de rayarla ni comprometer nuestra salud.
1. Limón y bicarbonato de sodio: Ambos ingredientes tienen propiedades desengrasantes y desinfectantes que pueden disolver la suciedad y los residuos de alimentos secos, devolviendo a la estufa su apariencia original. Mezcla el jugo de 7 limones con 3 cucharadas de sal gruesa y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio hasta obtener una masa homogénea, casi cremosa. Aplicarlo directamente sobre la suciedad acumulada en la encimera y dejar actuar un minuto. Luego frote vigorosamente con una esponja y limpie con un paño limpio. Repita el proceso según sea necesario.
2. Agua caliente, jabón y limón: El líquido lavavajillas tiene maravillosas propiedades desengrasantes, mientras que el limón desinfecta. Para eliminar grasa y restos de comida secos de superficies de cerámica o azulejos, esta solución es sin duda la mejor. Calienta un poco de agua, luego agrega el jugo de un limón y unas gotas de jabón líquido. Sumerge una esponja en la solución y úsala para limpiar a fondo toda la superficie de la estufa. La grasa y los residuos de comida se eliminarán fácilmente. Por último, utiliza un paño húmedo para eliminar los restos de jabón y la suciedad.
3. Vinagre y Bicarbonato de Sodio: La combinación de vinagre blanco y bicarbonato de sodio es una de las más poderosas para la limpieza del hogar. Además de eliminar la grasa resecada, también ayuda a eliminar todo tipo de manchas. Mezcla 100ml de vinagre blanco con 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y espera a que disminuya la reacción efervescente. Aplicar la solución sobre la encimera y dejar actuar unos diez minutos, luego frotar vigorosamente con una esponja o un cepillo de dientes viejo. Finalmente pasa un paño limpio para eliminar todos los residuos y dejar la placa impecable.