Las plantas que reinan en el Día de la Mujer son sin duda las mimosas. Sin embargo, cuando estas hermosas plántulas amarillas se ofrecen en ramos, su vida es muy corta. Si quieres que duren “para siempre” y no se marchiten demasiado rápido, existe un truco que todos pueden usar. Se trata de reproducirlos a partir de una pequeña rama. Para hacer esto, debes seguir cuidadosamente cada paso y tener en cuenta que la mimosa se reproduce por esqueje.
El primer paso es la elección de la sucursal, pero no una sucursal cualquiera: debe cumplir ciertos criterios. Debe estar sano y vigoroso y medir al menos 15 cm de largo. No conviene tomar ramas rotas o demasiado frágiles, ya que es posible que no conduzcan al resultado deseado. En segundo lugar, después de seleccionar la rama correcta, es necesario quitar las hojas, ramitas y flores. Una vez que la rama ha sido completamente “pelada”, es necesario introducir 2/3 de su longitud en el suelo. Incluso la elección del suelo no puede hacerse al azar: debe estar húmedo y sobre todo tener una cierta concentración de nutrientes, perlita y arena.
El jarrón debe colocarse en un lugar luminoso. Sin embargo, es importante saber que la mimosa no reacciona “bien” a la luz solar directa. Por ello es recomendable elegir un rincón de la casa que favorezca el crecimiento de la planta, sin dañarla. La planta también debe mantenerse protegida de las bajas temperaturas y del viento.
Si has seguido esta guía paso a paso, verás que en menos de un mes la plántula ya habrá desarrollado raíces en el suelo. Después de 2 a 3 meses, la mimosa debe trasladarse a un espacio más grande para que crezca. La tierra de la maceta debe estar siempre ligeramente húmeda y nunca seca. Este método nos permite limitar el desperdicio y enriquecer nuestros hogares y jardines con plantas de colores brillantes y flores fragantes