En un mundo donde la conciencia ecológica se siente cada vez más y donde los métodos de jardinería naturales y orgánicos están en el punto de mira, el estiércol de tomate se destaca como una solución esencial para todos los amantes de la jardinería.
Este abono natural, económico y fácil de hacer, es un auténtico tesoro para el jardín y permite obtener plantas en plena salud, respetando el medio ambiente.
Te vamos a presentar las múltiples ventajas del puré de tomate y desvelarte los secretos de su elaboración, para que tú también puedas disfrutar de sus beneficios en tu propio jardín.
Estiércol de tomate, un abono natural con múltiples virtudes
El estiércol de tomate es un abono 100% natural , obtenido a partir de la fermentación de las hojas de tomate.
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Este proceso libera los nutrientes contenidos en las hojas y los pone directamente a disposición de las plantas. Las hojas de tomate son ricas en nitrógeno , fósforo y potasio , tres elementos esenciales para el crecimiento de las plantas, además de oligoelementos y minerales.
Además de su riqueza en nutrientes, el estiércol de tomate también tiene propiedades repelentes y fungicidas.
Permite luchar eficazmente contra ciertas enfermedades y parásitos del jardín , como el oídio, el oídio o el pulgón. Además, favorece el crecimiento, la floración y la fructificación de las plantas, para un jardín generoso y floreciente.
Preparar puré de tomate: una receta sencilla al alcance de todos
Para hacer su propio estiércol de tomate, primero deberá cosechar las hojas de tomate.
Puedes utilizar las hojas sanas de tus plantas de tomate, pero también aquellas que muestren signos de enfermedades o ataques de plagas, ya que el proceso de fermentación neutralizará los patógenos.
Una vez que haya reunido suficientes hojas, siga estos pasos:
- Lavado de las hojas : Las hojas de tomate deben lavarse bien antes de usarlas, para eliminar cualquier rastro de pesticidas o contaminación. Para ello, basta con pasarlos bajo el chorro de agua.
- Cortar las hojas : Para facilitar la fermentación, corte las hojas en trozos medianos con un cuchillo o unas tijeras de podar.
- Fermentación : Coloque las hojas cortadas en un recipiente grande (balde, tanque, lata, etc.), comprimiéndolas ligeramente. Luego llene el recipiente con agua de lluvia o agua no clorada, a razón de unos 10 litros de agua por 1 kg de hojas. Mezclar todo bien y tapar el recipiente con un paño o una tapa perforada, para permitir que la preparación respire protegiéndola de los insectos.
- Fermentación : Deje fermentar la preparación durante unos 10 a 15 días, removiendo regularmente (cada 2 a 3 días). La fermentación estará completa cuando la preparación tenga un olor característico (bastante desagradable) y hayan desaparecido las burbujas.
- Filtración y conservación : Filtrar el estiércol de tomate mediante un colador o un paño fino, con el fin de recuperar el líquido. Guárdelo en botellas o recipientes herméticos, protegido de la luz y el calor. El estiércol de tomate así obtenido puede conservarse durante varios meses.
Uso de estiércol de tomate para un jardín saludable
El estiércol de tomate es un fertilizante versátil que se puede utilizar en muchas plantas de jardín, como hortalizas, flores, arbustos y árboles frutales.
Aquí hay algunos consejos para aprovechar al máximo este valioso fertilizante natural:
- Riego : Diluir el tomate líquido en agua de lluvia o agua no clorada, a razón de una dosis de líquido líquido por 10 a 20 dosis de agua (es decir, una dosis de aproximadamente 5 a 10%). Luego riegue generosamente la base de las plantas, teniendo cuidado de no mojar el follaje. El riego con puré de tomate se puede realizar una o dos veces al mes, según las necesidades de las plantas.
- Pulverización : Para luchar contra enfermedades y parásitos, también puedes pulverizar estiércol de tomate ligeramente diluido (alrededor del 5%) directamente sobre el follaje de las plantas. Esta aplicación crea una barrera protectora y repelente, a la vez que aporta nutrientes directamente asimilables por las hojas.
- Fertilizante basal : El estiércol de tomate también se puede utilizar como fertilizante basal al plantar o trasplantar plantas. Para ello, mezcla una dosis de estiércol de tomate con 3 o 4 dosis de tierra para macetas o compost, e incorpora esta mezcla a la tierra de plantación.
El purín de tomate es un fertilizante natural y respetuoso con el medio ambiente, que no supone ningún riesgo de contaminación de las aguas subterráneas ni de desequilibrio de los ecosistemas.
Además, no presenta ningún peligro para la salud de plantas, animales o seres humanos, siempre que se respeten las dosis y precauciones de uso.
El estiércol de tomate es un abono natural, económico y eficaz, que te permitirá cuidar tu jardín respetando el medio ambiente y la salud de todos.
No dudes en probar este sencillo y accesible método, y en compartir tu experiencia con otros aficionados a la jardinería, con el fin de fomentar prácticas ecológicas y sostenibles en nuestros jardines.