Esto protege a los tomates, pepinos, calabacines y otras plantas de enfermedades peligrosas.

Para proteger a las plantas de enfermedades fúngicas potencialmente dañinas, puede confiar en una solución muy eficaz.

Polvo en el jardín

A medida que vuelven los hermosos días, crece la inclinación a realzar la casa y el jardín con plantas espléndidas, capaces de aportar luminosidad y color a los diversos espacios. Cultivar plantas no sólo añade atractivo estético sino que también ofrece la posibilidad de disfrutar de sus frutos, como tomates, pepinos, calabacines, berenjenas y más. Sin embargo, el cuidado de las plantas exige una atención meticulosa para asegurar su crecimiento robusto y saludable. Desafortunadamente, la amenaza de enfermedades de las plantas acecha, pero existen remedios eficaces disponibles para proteger a nuestros compañeros verdes.

Prevenir enfermedades de las plantas con este remedio: unos sencillos pasos

Durante el período estival, cuando las temperaturas superan fácilmente los 30 grados centígrados, las plantas se fortalecen naturalmente contra determinadas enfermedades. Por ejemplo, el mildiú, una enfermedad común de las plantas, tiene dificultades para desarrollarse bajo temperaturas tan altas. Sin embargo, la situación cambia con el regreso de las lluvias, provocando un descenso de la temperatura del aire y un aumento de la humedad, condiciones ideales para la aparición de enfermedades fúngicas en las plantas.

planta enferma

Si bien el mildiú velloso afecta principalmente a las plantas de tomate y a las vides, todas las plantas son susceptibles a las enfermedades. ¿Qué se puede hacer para proteger nuestras plantas de las enfermedades?

La solución más eficaz es utilizar preparados orgánicos que se puedan pulverizar sobre las plantas y proporcionen una protección sólida contra las enfermedades fúngicas.

Por ejemplo, el sulfato de cobre es un producto muy utilizado para proteger las vides, hortalizas y frutas de enfermedades. Este antiguo fungicida y bactericida, sin embargo, al ser un producto químico, conviene pulverizarlo sobre las plantas cuando las temperaturas no sean excesivamente altas. Lo ideal es aplicar sulfato de cobre en otoño e invierno. Para las plantas de tomate, se recomienda rociar sulfato de cobre aproximadamente dos semanas antes de que maduren los frutos.

El bicarbonato de sodio y la leche también sirven como excelentes agentes protectores para nuestras plantas.

Otros elementos que se pueden emplear para proteger a las plantas de las enfermedades fúngicas incluyen el bicarbonato de sodio y la leche. Si bien no se recomienda el uso de productos químicos durante la maduración del fruto, se puede emplear bicarbonato y leche de forma segura.

Plantas acuáticas

Aunque son menos potentes que el sulfato de cobre, estas soluciones aún ofrecen efectos protectores satisfactorios para las plantas. Es recomendable pulverizar la solución de bicarbonato o leche al menos una vez por semana. Las frutas se pueden cosechar y consumir inmediatamente después de la fumigación. Con el tiempo, se observará el crecimiento robusto y saludable de las plantas, libres de la amenaza de enfermedades fúngicas.