Ingredientes:
3 tazas de caldo de pollo
1 lata de crema de apio
1 barra de mantequilla
4 cucharadas de mantequilla real
sal y pimienta para probar
1 1/2 tazas de harina con levadura
1 1/2 tazas de leche
5 pechugas de pollo grandes deshuesadas
1/2 cucharadita de ajedrea (tomillo o romero)
1/2 taza de crema fresca
Modo de empleo
Utilice siempre harina leudante, no margarina ni ningún otro producto que contenga grasas, que perturben el proceso de horneado. Además, asegúrese de ajustar los tiempos de cocción en consecuencia, especialmente si vive en una altitud.
Coloca el pollo, la sal, 4 cucharadas de mantequilla y pimienta en una olla grande y cubre con agua de manera que quede unos centímetros por encima del pollo.
Tapa la olla, deja que hierva y luego reduce a fuego lento, hasta que el pollo esté tierno, hasta 45 minutos, pero 30 minutos deberían ser suficientes. Retire el pollo, pero reserve el caldo.
Triture el pollo. Mientras tanto, precalienta el horno a 375 grados y derrite una barra de mantequilla, asegurándote de que se mezcle con la fuente para hornear.
Pon el pollo. Luego mezcle la leche y la harina y viértala sobre la mezcla de pollo en la fuente para horno.
Vierta las dos tazas de caldo de pollo, luego mezcle la sabrosa sopa de apio y el queso agrio y colóquelo encima de la mezcla de harina de pollo.
No revuelva, cocine intacto durante otros 40 minutos, o hasta que la mezcla adquiera un bonito color marrón.
Deja enfriar por 15 minutos y toma la última taza de caldo de pollo, ponlo encima y deja que absorba todo lo que hay allí.
¡Corta una rebanada y sírvela! ¡Este plato va muy bien con pan y otros acompañamientos para convertirlo en un plato sureño del que no puedes prescindir y que querrás preparar una y otra vez!