Una orquídea cuyo sistema radicular está en malas condiciones no puede producir flores hermosas. Por tanto, es muy importante restaurar el sistema radicular y sólo entonces pensar en estimular la floración.
Utilice un truco sencillo para ayudar a que esta planta eche raíces. Use cordel para atar de 1 a 2 raíces vivas. Si la orquídea sólo tiene raíces aéreas, con mucho cuidado ata la cuerda a todas estas raíces.
Baje el extremo de la cuerda hasta el fondo de la olla. La orquídea no debe tocar el agua. Déjala en un lugar luminoso, alejado de la luz solar directa, y mantén el nivel del agua a unos 2 o 3 cm de la superficie del fondo.
Después de 2-3 semanas, la orquídea comienza a echar raíces activamente. ¿Como sucedió esto? Gracias a la alta humedad constante sin contacto directo con el agua. La planta recibe agua a través del hilo: así el hilo se moja y las raíces reciben una cantidad suficiente de líquido.
Después de 2,5 meses, la orquídea con nuevas raíces se puede plantar de forma segura en el suelo habitual sin utilizar cordeles.