Los plátanos enanos Cavendish, conocidos científicamente como Musa acuminata, son una adición intrigante a su jardín interior o exterior. Valorados por su capacidad para producir abundantes racimos de deliciosos plátanos, pueden prosperar en una amplia gama de zonas de rusticidad. Antes de empezar a cultivar estos deliciosos árboles, es fundamental que se familiarice con los conceptos básicos. Esta guía ofrece información sobre cómo cuidar un plátano Cavendish enano y brinda consejos sobre dónde adquirir esta joya botánica única.
Plátanos enanos Cavendish: descripción general rápida
Características de la fruta:
- Tamaño del fruto: 6 a 10 pulgadas de largo
- Usos de la fruta: Deliciosa para comer cruda o ideal para creaciones culinarias.
- Color de la fruta: Comienza verde, madura a amarillo brillante, con pulpa blanca suculenta.
- Textura y sabor de la fruta: textura suave y aterciopelada con un sabor suave y satisfactorio.
- Adecuado para todas las regiones excepto partes del Norte, Medio Oeste y Alaska
- Zona de rusticidad: Zonas 9 a 11 cuando se planta en el suelo; Adecuado para las zonas 4 a 11 en macetas en un patio o en interiores.
- Temporada de crecimiento: Caracterizada por un crecimiento intermitente.
- Resistente al calor y al mal de Panamá
- Susceptible a la pudrición de la raíz, la enfermedad tropical de raza 4 y la enfermedad de Sigatoka.
Descubrimiento de la estética de los plátanos enanos de Cavendish
Los plátanos enanos Cavendish, reconocibles por su pequeño tamaño, miden entre dos y tres metros. Las hojas jóvenes lucen un llamativo tono púrpura o rojo, pero gradualmente cambian a un verde vibrante a medida que maduran, lo que da como resultado la producción de flores grandes y atractivas.
Los plátanos que emergen de estas flores recuerdan a sus homólogos Cavendish estándar y miden entre seis y diez pulgadas de largo. Su transformación de piel verde a piel amarilla madura es una metamorfosis deliciosa que deja al descubierto la carne blanca y suculenta del interior.
Condiciones ideales de cultivo para los plátanos Cavendish enanos
Antes de agregar un banano Cavendish enano a su colección, es fundamental evaluar las condiciones óptimas de crecimiento que requiere. Considere los siguientes factores:
Sol y sombra: elija un lugar soleado para asegurarse de que su árbol reciba luz directa, ya sea en el interior, cerca de una ventana soleada, o al aire libre, protegido de las sombras. Aunque el árbol puede tolerar el sol parcial, es importante tener en cuenta que esto podría obstaculizar ligeramente su crecimiento.
Suelo: Estos árboles prosperan en suelos arcillosos y bien drenados, caracterizados por una mezcla de arena, limo y un toque de arcilla. El pH ideal del suelo oscila entre 5,5 y 6,5, inclinándose
hormiga hacia el extremo ácido del espectro.
Fertilizante: Mantenga la calidad del suelo aplicando un fertilizante 6-2-12 cada dos meses. Esta formulación contiene 6% de nitrógeno, 2% de fósforo y 12% de potasio, favoreciendo una planta exuberante y una producción abundante de frutos. Aplique fertilizante justo antes de regar para facilitar la absorción eficiente de nutrientes.
Riego: Mantener la tierra constantemente húmeda, evitando la saturación excesiva. La frecuencia de riego depende de si la plantas en tierra o en maceta. Las plantas en macetas requieren un riego más frecuente, normalmente cada dos o tres días. Asegúrese de que los árboles en macetas tengan un drenaje adecuado para evitar la acumulación de agua.
Zonas de rusticidad ideales
El plátano enano Cavendish prospera cuando se planta en las zonas 9 a 11, que abarcan las regiones del sur de los Estados Unidos, Hawái y California. Si reside en climas más fríos en la zona 4, aún puede cultivar este árbol colocándolo en una maceta en su patio o dentro de su casa.
Plantar su plátano enano Cavendish
Cuando adquieres un plátano Cavendish enano, recibirás un rizoma, una masa de raíces entrelazadas con un brote emergente llamado chupón. A continuación te explicamos cómo plantarlo, ya sea en el suelo o en maceta:
- Prepare el sitio: comience cavando un hoyo de un pie en la ubicación elegida.
- Mejore el suelo: introduzca varios centímetros de materia orgánica, como abono o estiércol bien descompuesto, y agregue media libra de fertilizante para enriquecer el suelo.
- Plante el árbol: Coloque la planta en el suelo, asegurándose de que el rizoma esté adecuadamente enterrado y con el retoño emergiendo de la superficie.
- Agua y mantillo: riegue bien el sitio y aplique una capa de mantillo de seis pulgadas para desalentar el crecimiento de malezas y retener la humedad.
Del rizoma emerge un pseudoestípite. Aunque parece un tallo tradicional, este pseudoestípite está hecho de hojas de plátano dobladas. Con el tiempo, crecerá un verdadero tallo desde el centro del pseudoestípite, acompañado de hojas, flores y, en última instancia, plátanos.