La limpieza del baño es una de las tareas más difíciles y que consumen más tiempo, en parte por la importancia de mantener esta zona de la casa impecablemente limpia y desinfectada, en parte por la variedad de bacterias, cal y suciedad que allí se acumulan. . .
Pero si hay un lugar del baño que tiene más probabilidades de ensuciarse es sin duda el inodoro. Precisamente por su naturaleza, las bacterias y la cal tienden a acumularse en el inodoro , lo que acaba creando esas molestas manchas marrones que, con el tiempo, se vuelven difíciles de eliminar.
Existen en el mercado infinidad de productos dedicados a la limpieza del baño , pero todos ellos tienen el denominador común de la abundancia de sustancias químicas y nocivas tanto para nosotros como para el medio ambiente.
Si estás buscando una alternativa natural a los productos de limpieza de baños industriales, debes saber que probablemente ya tengas alguno en casa: se trata del vinagre blanco , y a continuación te ofrecemos 4 consejos para utilizarlo.
Vinagre para manchas negras en el inodoro.
Si quieres quitar las manchas marrones del inodoro y desinfectarlo en profundidad, vierte 250 ml de vinagre blanco sobre su superficie, déjalo actuar 20 minutos, luego frota con un cepillo de dientes o una esponja y enjuaga.
Esta sencilla operación, quizás repetida periódicamente, es suficiente para mantener los sanitarios impecablemente limpios, desinfectados y prevenir la aparición de estas molestas manchas.
Vinagre para limpiar azulejos
Si su baño tiene azulejos, sabe lo propensos que son a la acumulación de espuma de jabón y moho que se adhiere a ellos y se vuelve muy difícil de quitar.
Vierta 250 ml de vinagre blanco y 150 ml de agua en una botella con atomizador. Aplicar la solución directamente sobre los azulejos y dejar actuar 5 minutos, luego frotar bien con un cepillo pequeño y finalmente limpiar con un paño de microfibra para eliminar residuos y enjuagar.
Vinagre para limpiar el cristal de la ducha
Vierte 250 ml de agua en una botella con atomizador, luego agrega 2 cucharadas de vinagre blanco y 2 de bicarbonato de sodio.
Pulveriza la solución sobre las paredes y cristales de la ducha y, pasados 15 minutos, frota con una esponja. Finalmente, enjuaga y seca con un paño limpio.