Este remedio natural, documentado y descrito en la Biblia hace más de 3.500 años, promete numerosos beneficios para nuestra salud, gracias a sus propiedades utilizadas por el hombre durante milenios para curar.
Para aplicar este remedio sólo necesitamos hojas de olivo, de las que obtendremos una infusión. La oleuropeína, una sustancia que se encuentra en las hojas de olivo, tiene enormes propiedades antibacterianas, antifúngicas y antiparasitarias.
Esta infusión es particularmente útil contra la neumonía, la gonorrea, la tuberculosis, la gripe, la meningitis, la hepatitis B, el herpes, la arteriosclerosis, la malaria, las úlceras de estómago, las infecciones del tracto urinario y la encefalitis.
También es una forma muy eficaz de activar el sistema inmunológico, para tener las defensas más a punto. Es una bebida energética natural, útil para consumir antes de hacer ejercicio.
Cada infusión estará compuesta por al menos 15 a 20 hojas de olivo. Las hojas deben dejarse secar al aire antes de sumergirlas en agua hirviendo durante unos 10 minutos. Puedes agregar limón o miel orgánica, evita absolutamente el azúcar.
Consume esta infusión durante aproximadamente dos semanas, preferiblemente en ayunas.