Las manchas de aceite en la ropa a menudo son difíciles de eliminar!
Basta con echar un vistazo a las estanterías de los supermercados dedicadas a los detergentes domésticos para darse cuenta de que disponemos de una amplia gama de pretratamientos, detergentes reales y quitamanchas dedicados. Sin embargo, a pesar de las altas expectativas que depositamos en la marca elegida, el resultado no siempre está a la altura de nuestras expectativas iniciales o de la inversión realizada en la compra de ese producto en particular. El punto es que a menudo queda un halo antiestético que arruina irreparablemente esa prenda en particular.
En verdad, borrar para siempre el recuerdo de un momento de descuido mientras buscaba a tientas en la cocina o disfrutaba de un delicioso plato, no es en absoluto una tarea imposible. ¡Nada más lejos de la realidad!
Sin embargo, es necesario proceder correctamente y utilizar una estratagema particular, barata y eficaz que es antigua, porque ya era conocida por nuestras abuelas.
¿Tienes curiosidad por saber cómo hacerlo? ¡Empezar!
Manchas de aceite en la ropa: así es como se eliminan por completo
Cuando notamos una mancha de aceite en nuestra ropa, lo primero que debemos hacer es actuar con prontitud: frotar la zona con toallas de papel para eliminar inmediatamente el exceso de grasa. No frotamos para nada para no expandirlo, lo colocamos una y otra vez con una presión suave.
Ahora abramos la despensa y recuperemos vinagre y bicarbonato de sodio. Estos dos ingredientes, combinados, son inmejorables: el primero es un desengrasante natural, el segundo tiene virtudes abrasivas capaces de disolver incluso las incrustaciones más difíciles.
Pon el bicarbonato de sodio en un bol pequeño y añade vinagre de vino blanco lo suficiente para obtener una especie de gel cremoso. Notaremos cierta efervescencia natural, esperaremos a que baje y aplicaremos esta pasta directamente en sitio y dejaremos actuar durante media hora para que penetre entre las fibras y disuelva por completo todo rastro de grasa.
Llegados a este punto, procedamos al lavado. Sin embargo, tenga cuidado de establecer la temperatura correcta: verifique cada detalle en la etiqueta y elija un contenido de alcohol que no sea demasiado alto. El calor excesivo, de hecho, podría fijar la mancha, en lugar de derretirla, si queda un mínimo rastro de ella a pesar del tratamiento previo. Es en este preciso momento cuando apostamos por la posibilidad de eliminar también los halos por completo.
Al final del ciclo, comprobamos cuidadosamente: si la mancha ha desaparecido, colgamos el vestido al aire libre, pero no directamente bajo los rayos del sol que podrían desvanecerlo; De lo contrario, repitamos cada paso hasta que obtengamos el resultado deseado.