La lavanda es una planta preciosa, para cultivar en tierra o en maceta, tiene un olor delicioso y las flores son preciosas. Si desea comenzar a trabajar en el jardín, esta es la planta adecuada para probar porque no necesita muchos cuidados.
Lavanda en maceta: cómo cultivarla
Es una planta resistente y fácil de cultivar. Aquí están los pasos para crecer:
- Elija un área soleada : La lavanda necesita al menos de 6 a 8 horas de sol al día, así que elija un área que reciba mucho sol.
- Prepare el suelo: crece mejor en suelos alcalinos, arenosos y bien drenados. Opta por este tipo de suelo y por una maceta grande, de al menos 10 cm de diámetro.
- Plantación de lavanda: se puede plantar en primavera u otoño. Cava un hoyo un poco más grande que la maceta y planta la lavanda a la misma profundidad que la maceta. Separe las plantas de lavanda a unos 30-60 cm de distancia.
- Riego: Las plantas deben regarse regularmente durante el primer año de crecimiento para que las raíces se establezcan en el suelo. A partir de entonces, solo requiere riegos ocasionales.
- Fertilizante: No necesita mucho fertilizante. Sin embargo, puede proporcionar un fertilizante a base de fósforo para estimular la floración.
- Poda: podar a principios de la primavera o después de la floración para mantenerlo saludable y evitar el crecimiento excesivo.
Siguiendo estos pasos, puedes cultivarlo con éxito y disfrutar de su hermoso aroma y propiedades curativas.
Aceite esencial de lavanda: ¿cómo se obtiene?
El aceite esencial de lavanda se extrae de las flores de la planta mediante un proceso de destilación al vapor. Así es como puedes hacerlo:
- Recolecta flores frescas en cantidades suficientes para producir el aceite.
- Retire los tallos y coloque las flores en un alambique para la destilación al vapor.
- Agregue agua al alambique y encienda el fuego para que el agua hierva.
- El agua hirviendo crea vapor que pasa a través de las flores y extrae sus aceites esenciales.
- El vapor que contiene el aceite esencial de lavanda se pasa a través de un tubo de refrigeración donde se enfría y se condensa en un líquido.
- Este líquido, que consiste en agua y aceite esencial de lavanda, se recoge en un recipiente aparte.
- Finalmente, el aceite esencial se separa del agua mediante un embudo de decantación y se obtiene el aceite esencial de lavanda puro.
Este es el procedimiento básico para hacer aceite esencial de lavanda. Es importante señalar que la producción de aceite esencial requiere equipos especiales y conocimientos específicos para garantizar la calidad y pureza del aceite producido