Liberará todas tus flores y plantas de plagas: nunca lo había tenido tan exuberante

Existen métodos naturales que resuelven el problema de las plagas de flores y plantas. ¡Evite el uso de pesticidas!

Flores y patata

Para aquellos que les gusta cuidar sus plantas de interior y tienen talento para la jardinería, no es raro encontrarse con una situación particular.

Los insectos pequeños que no causan ningún daño a los humanos, pero son peligrosos para las plantas, a menudo encuentran su camino en las hojas y los tallos.

Estos insectos, conocidos como pulgones o piojos, pueden ser un serio obstáculo para aquellos que han invertido tiempo, esfuerzo y pasión en cultivar su huerto casero.

La presencia de estos parásitos es una ocurrencia frecuente y puede descarrilar fácilmente todo el arduo trabajo que se ha realizado para crear un hermoso oasis interior.

Afortunadamente, el problema de las plagas de las plantas no es un obstáculo imposible de superar.

De hecho, hay varios métodos y medidas que se pueden poner en marcha para eliminar estos parásitos de una manera simple y efectiva. A continuación, encontrará una guía completa que describe todo lo que necesita saber.

Plagas de plantas: ¿qué son?

Existen numerosos tipos de insectos que pueden representar una amenaza para las plantas, y los áfidos se encuentran entre los más conocidos.

Estos insectos hemípteros son típicamente pequeños, miden entre 1 y 3 milímetros de tamaño, con una estructura corporal delicada.

Pueden o no tener alas y tener un aparato bucal capaz de perforar y/o chupar líquidos.

Los áfidos son dañinos para las plantas porque se alimentan de la savia de plantas cultivadas y silvestres, y son particularmente dañinos para las habas y los manzanos.

Plagas

Poseer rosas puede convertirse en una pesadilla debido a su tendencia a propagarse y afectar a otras especies de plantas cercanas.

Detectar una infestación de áfidos es una tarea relativamente fácil que se puede hacer con una inspección visual rápida.

Estas plagas consumen savia vegetal, lo que afecta la salud general y la vivacidad del follaje, incluido el color y la forma.

Un examen superficial de los brotes y las hojas a simple vista suele ser suficiente para identificar el problema.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que su apariencia puede engañar a los cultivadores. Si bien suelen aparecer en tonalidades marrones, amarillas o negras, algunos pulgones pueden ser verdes, lo que los hace más difíciles de detectar ya que se mezclan perfectamente con las hojas a las que se adhieren.

Riesgos

Hay varios riesgos que los fanáticos de los cultivos domésticos deben considerar, y los áfidos no son los únicos.

Las orugas son otro riesgo que no debe subestimarse, ya que pueden consumir rápidamente plantas o ramas enteras.

Por lo general, comienzan mordisqueando una hoja pequeña y luego proceden a otras partes de la planta y especímenes cercanos.

Este tipo de plaga prefiere el follaje tierno y dulce, especialmente las hojas de albahaca y lechuga.

Las orugas son difíciles de detectar porque a menudo se mezclan con la planta de la que se alimentan, teniendo un color verde exactamente idéntico al de su huésped.

Las chinches representan una amenaza real para las plantas, especialmente con la chinche asiática que representa la amenaza más grave.

A pesar de su pequeño tamaño, esta plaga puede tener un efecto catastrófico, especialmente para los agricultores.

Cuando están presentes, es importante centrarse en las plantas frutales, como melocotones, peras y manzanas. La chinche asiática se distingue de su contraparte europea, ya que afecta no solo a las hojas, sino también a las flores, verduras y frutas.

El insecto causa necrosis, chupando la savia de las plantas, contribuyendo eventualmente al marchitamiento de la planta.

El ataque de la chinche en la base de los brotes puede conducir a la desecación de la planta, con repercusiones profundamente negativas en el éxito del cultivo. Vale la pena señalar que la chinche asiática también se ha extendido por toda Europa.

Cochinilla, arañas rojas y moscas blancas

No se debe pasar por alto el impacto de la cochinilla, una planta parásita que tiene la capacidad de propagarse solo en ciertas condiciones climáticas.

Este pequeño insecto ama particularmente los climas cálidos y húmedos y tiende a desaparecer cuando llueve.

Sin embargo, la proliferación de cochinillas con el tiempo puede conducir a una disminución notable en la integridad estructural de la planta.

Las moscas blancas, nativas de las regiones tropicales, prefieren climas cálidos y húmedos, similares a las cochinillas mencionadas anteriormente.

Plaga de plantas

Son un problema común en invernaderos y áreas con lagos y son conocidos por el daño que causan a las plantas de limón.

Sin embargo, para aquellos con jardines pequeños que incluyen plantas ornamentales como begonias, geranios u orquídeas, las moscas blancas pueden ser un gran problema.

La formación de mielada, una sustancia azucarada que amarillea las hojas donde descansa la mosca blanca, es una clara señal de su presencia y puede hacer que las hojas caigan.

Las arañas rojas, aunque inofensivas para los humanos, son en realidad pequeños ácaros que entran en la categoría de insectos parásitos y pueden causar daños significativos a las frutas y plantas ornamentales de las que se alimentan para sobrevivir.

Es importante tener en cuenta que los animales no son la única amenaza para las plantas, ya que también pueden verse afectados significativamente por infecciones fúngicas.

Un ejemplo de tal enfermedad es el mildiú polvoriento, también conocido como polvo blanco, que se manifiesta como una sustancia en polvo que recubre la planta, similar al talco.

Esta aflicción generalmente se limita a las plantas de jardín al aire libre y no afecta a las plantas de interior de interior.

El mildiú polvoriento es causado por esporas de un tipo específico de hongo llamado mildiú polvoriento, que es invisible a simple vista y puede propagarse a través de la dispersión del viento.

Evitar el uso de pesticidas

A primera vista, puede parecer lógico utilizar productos químicos, como pesticidas sintéticos, para eliminar eficazmente las plagas y evitar su crecimiento continuo.

Los agricultores utilizan agentes químicos para proteger sus cultivos de los animales que representan una amenaza significativa para su estabilidad económica, y el uso de estos agentes está estrictamente regulado por la ley.

El problema radica en los conocidos efectos negativos de estas sustancias, que afectan a diversos niveles de la sociedad.

Estos contaminantes son increíblemente dañinos para el medio ambiente y pueden infiltrarse en el suelo, filtrándose posteriormente en las aguas subterráneas.

Esto representa una amenaza significativa para todos los organismos vivos, especialmente durante un largo período de tiempo.

El impacto negativo de los plaguicidas, especialmente los sistémicos, en el cuerpo humano ha sido atestiguado repetidamente debido a sus residuos que permanecen en los productos agroalimentarios.

Por suerte, existen remedios naturales seguros y eficaces que podemos utilizar desde la comodidad de nuestro hogar y el siguiente capítulo ilustrará algunas de estas opciones.

Tratamientos naturales para eliminar plagas de plantas

Uno de los remedios más populares para hacer frente a este problema es el uso de aceite de neem, un extracto natural derivado del prensado de las semillas del árbol de Neem.

El componente clave de este aceite es la azadiractina, que elimina eficazmente ciertas plagas como los pulgones, sin al mismo tiempo desalentar la presencia de insectos polinizadores, como las abejas, esenciales para la salud general de las flores y las plantas.

Otro recurso ventajoso en el control de plagas es Bacillus Thuringiensis, fácilmente disponible en el mercado.