Nunca coloques estas plantas en el alféizar de la ventana, morirán al cabo de unos días.

Algunas plantas se colocan en los alféizares de las ventanas. Además de aportar un toque decorativo a tu salón, esta posición les ofrece la luminosidad necesaria para su crecimiento. Cabe señalar, sin embargo, que no todas las plantas tienen la misma necesidad de luz. Aquí están las 5 plantas que se deben evitar colocar en los alféizares de las ventanas.

Tener hermosas plantas es ideal para darle un toque de naturaleza a tu decoración interior. Esto proporciona una verdadera sensación de bienestar y serenidad en casa. El alféizar de la ventana también es el rincón perfecto para colocar plantas en macetas a las que les guste recibir la luz solar directa. Pero no hay que perder de vista que todas estas plantas no pueden prosperar por igual en este lugar. Demasiada luz puede dificultar su crecimiento.

¿Cuáles son las plantas que no se deben colocar en el alféizar de la ventana?

Algunas plantas prefieren vivir en lugares húmedos o con poca luz. Colocarlos en un lugar expuesto, como el alféizar de una ventana, podría ser fatal.

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  • La orquídea, una planta que prefiere la humedad
Orquídea

La primera planta que no se debe colocar en los alféizares de las ventanas es la orquídea. Necesita especialmente humedad para desarrollarse. Tampoco necesita mucha luz para prosperar y puede ser sensible cuando se expone a largas horas de luz solar  Por lo tanto, se deben evitar los alféizares de las ventanas siempre que estén orientadas al este o al oeste. La orquídea recibirá luz por la mañana o por la tarde. Por otro lado, en una ventana orientada al sur es necesario tomar algunas precauciones instalando una cortina para protegerla de los rayos del sol . Además, la temperatura interna debe estar entre 16°C y 24°C para sobrevivir.

  • El cactus navideño, una planta a la que no le gusta el calor
cactus de navidad

El cactus navideño también es una planta que no puede prosperar en los alféizares de las ventanas. Aunque aprecia la luz, a esta planta suculenta no le gusta que la expongan a la luz solar directa. Por tanto, debe mantenerse alejado de cualquier fuente de calor y dejarse en un lugar a una temperatura entre 18 y 21°C durante el día y entre 13°C y 18°C ​​durante la noche. Por lo tanto, puede colocarlo cerca de las ventanas pero no en el alféizar. Evite también las corrientes de aire frías o calientes que son perjudiciales para esta planta.

  • Poinsettia, una planta muy sensible al sol
flor de pascua

La flor de pascua es una planta que crece principalmente en invierno. Suele formar parte de la decoración en las celebraciones de fin de año. Para cuidarlo es recomendable elegir un lugar luminoso y alejado de alféizares de ventanas y otras fuentes de calor como el radiador. Además, esta planta no aprecia las corrientes de aire y puede mantenerse sana a una temperatura que oscila entre los 15 ° C y los 21 ° C. Así, cuando está en el alféizar de la ventana, el sol puede secar sus hojas rojas y dañarlas. También evita cambios de temperatura que pueden matar tu planta.

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  • Ciclamen, planta de sombra o semisombra
Ciclamen

El ciclamen es otra planta que no tolera el calor. Por lo tanto, en invierno es mejor mantenerlo alejado de los alféizares de las ventanas y del radiador. Este último se encuentra a menudo debajo de la ventana. También es una planta de sombra o semisombra que no soporta una exposición prolongada al sol. Es mejor almacenarlo en un lugar luminoso, fresco y ventilado a una temperatura de 16°C. Si no tiene un área fresca para el ciclamen, puede preferir un alféizar ubicado en el norte. De esta forma, el ciclamen podrá florecer de septiembre a mayo y mantenerse en perfectas condiciones.

  • Amarilis, una planta que hay que trasladar
Amarilis

Al igual que las otras plantas mencionadas anteriormente, Amaryllis necesita exposición a luz brillante pero no necesita recibir luz solar directa para prosperar. Además, esta planta debe moverse durante todo el año para lograr un crecimiento sano y sostenido.  Luego instale la Amaryllis en un lugar fresco y seco con una temperatura de unos 15°C antes de la floración. Una vez que el proceso esté en marcha, muévalo a un rincón más cálido para estimular el crecimiento. La temperatura debe estar entre 24°C y 26°C. Cuando las flores se abran, es importante colocarla en un rincón más fresco a una temperatura en torno a los 21°C.

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