Conocer algunos consejos es fundamental para que tu huerto prospere. Por ejemplo, algunas verduras pueden dificultar el crecimiento de otras. Veamos el caso concreto del tomate.
ORTO: CÓMO CULTIVAR TOMATES
Cultivar un huerto se considera cada vez más un placer. Sin embargo, hay reglas a seguir.
Algunos de ellos se relacionan con plantar determinadas variedades de hortalizas y hortalizas una al lado de la otra.
En este artículo veremos el caso de los tomates, que si tienen malos vecinos pueden no desarrollarse adecuadamente o incluso salir dañados. De hecho, plantar las verduras equivocadas junto a las plantas de tomate puede provocar la pérdida de toda la cosecha. Pero, ¿qué se deben evitar estas verduras?
El tomate es muy popular entre los aficionados a la jardinería: es fácil de cultivar, delicioso y rico en nutrientes esenciales. La idea de que su huerto, con todas sus verduras cuidadosamente cultivadas, sea destruido debido a una combinación incorrecta de plantas es una pesadilla para cualquier jardinero entusiasta. Sin embargo, existe un proceso comprobado que, si se usa correctamente, puede promover el crecimiento saludable de las plantas y un jardín exuberante.
Para obtener una buena cosecha, piensa en la distribución de tu huerto y la combinación de plantas. Se trata de una técnica de cultivo que consiste en combinar juiciosamente diferentes plantas en un mismo jardín o huerto para favorecer su crecimiento y protección mutua.
Esta práctica pretende recrear ecosistemas naturales en los que cada especie juega un papel específico.
Elegir con qué plantas combinar es importante porque algunas pueden competir por los mismos nutrientes y minerales extraídos del suelo, mientras que otras pueden vivir simbióticamente, repeliendo plagas o proporcionando sombra a otras.
La asociación de plantas es una alternativa al monocultivo. En lugar de cultivar una sola especie en un área, esta técnica ayuda a diversificar las plantas y fomentar interacciones beneficiosas entre ellas.
Qué verduras no deben combinarse con los tomates
Se sabe que el tomate es un buen compañero de cultivo para muchas hortalizas. Sin embargo, también puede tener enemigos formidables. Veamos cuáles.
La primera verdura que no se debe poner junto a los tomates es el maíz. Esta combinación debe evitarse porque el maíz puede ser atacado por un gusano que podría destruir los tomates. Se trata del gusano elotero que se alimenta de todas las partes de la mazorca, destruyendo por completo la cosecha. También puede penetrar los frutos del tomate, haciendo que la pulpa sea completamente no comestible.
La segunda hortaliza es el hinojo, que no tiene muchos amigos en el huerto. Varios profesionales recomiendan cultivarla sola o en maceta. Sus raíces liberan una sustancia química que inhibe el crecimiento de las plantas circundantes. En caso de duda, lo mejor es no dejar que conviva con tus tomateras.
Además, la berenjena, como los tomates, es una solanácea, pero no se deben cultivar una al lado de la otra. Ambas plantas son susceptibles a la misma enfermedad, el tizón tardío del tomate, que puede propagarse fácilmente de una a otra.
Las patatas, que al igual que los tomates pertenecen a la familia de las solanáceas, también son susceptibles a enfermedades similares, que pueden propagarse a través del suelo. Plantar estas dos plantas una al lado de la otra puede aumentar las posibilidades de transmisión de enfermedades. Además, una cosecha inadecuada de patatas puede dañar las raíces de los tomates y comprometer su crecimiento.
El nogal, cultivado por su madera y frutos, es otro vecino no deseado para las plantas de tomate. Esto se debe a que la nuez produce una sustancia química llamada juglona, que puede ser tóxica en contacto con el oxígeno para muchas plantas, incluidos los tomates.
Esta es sólo una pequeña lista de plantas que debes evitar cerca de tus plantas de tomate si quieres obtener una buena cosecha.