El papel de aluminio y el azúcar son indispensables en casa, porque nos permiten preparar platos sabrosos y apetecibles, tanto que nunca faltan en la despensa de la cocina.
Papel de aluminio y azúcar
El papel de aluminio se suele utilizar para cocinar los alimentos en el horno para mantenerlos húmedos y evitar que se resequen, con el objetivo de una cocción lenta y delicada, apto tanto para primeros como segundos platos de carnes y pescados.
El azúcar, por otro lado, nos permite preparar postres deliciosos y más. Pero ojo, porque ambos también pueden resultar útiles en otras situaciones, por ejemplo para mejorar el rendimiento psicofísico proporcionando al cerebro un amplio e interesante aporte energético.
Cuanto mayor sea tu nivel de azúcar en sangre, mejor será tu rendimiento en las siguientes horas. Por supuesto, no debes exagerar, porque la glucosa puede dañar o poner en peligro el organismo, especialmente si padeces determinadas enfermedades (por ejemplo, diabetes). En particular, es aconsejable utilizar azúcar sin refinar en lugar de azúcar refinada, que es mucho más nociva.
¿Cómo cambia el azúcar después de abrirse?
En cualquier caso, cualquiera que tenga un azucarero en casa, y probablemente cualquier persona en el mundo, habrá notado que el azúcar, y en particular el azúcar en bruto, forma molestos grumos en su interior debido a la humedad, que pueden convertirse en un obstáculo según el tipo de cocinar que quieres hacer.
Para solucionar este problema, por absurdo que parezca, se puede utilizar papel de aluminio. Es un remedio que viene directamente de nuestros abuelos y abuelas, que se ha transmitido de generación en generación durante muchos años y que es verdaderamente eficaz.
El método de la abuela para eliminar grumos
Aquí tienes un método bastante práctico para disolver los grumos de una vez por todas y hacer que el azúcar vuelva a ser como antes, como si acabara de sacarlo del envoltorio original. Esto es lo que hay que hacer: coger el azúcar y ponerlo en el film plástico. Introduce ambos elementos en el horno a 150° durante unos minutos.
Luego retiras el film y el azúcar queda completamente libre de grumos, perfecto para cualquier receta sin complicaciones. También puedes poner el azúcar en el microondas con un recipiente lleno de agua; esto la mantiene húmeda y en segundos está perfecta.
Cómo evitar que el azúcar se endurezca
Aunque estos métodos solucionan el problema de los grumos de azúcar, el mejor consejo que podemos dar es evidentemente prevenirlos. Así se hace: Coge el azucarero y ponle un malvavisco que no altere el sabor del azúcar al quedar pulverizado.
Para evitar que se endurezca y forme grumos, obviamente conviene guardarlo en un recipiente hermético, mejor aún si se vierte en una bolsa de plástico antes de colocarlo en el recipiente.
Si no está en contacto con el aire, el azúcar se mantiene perfecto, no se endurece y conserva con el tiempo su consistencia suave y arenosa y su sabor dulce y caramelizado.
¿Azúcar de caña o azúcar refinada? He aquí cómo elegir.
Hay quienes prefieren el azúcar moreno y quienes prefieren el azúcar blanco. Según una persona no hay diferencia entre los dos tipos de azúcar, según otra es obvia. Por ejemplo, estamos acostumbrados a oír que el azúcar blanco es más dañino que el azúcar sin refinar.
En realidad, la molécula de ambos es la misma, es decir, sacarosa, por lo que no hay diferencia. Lo único que puede dañar el organismo, y por tanto nuestra salud, es el consumo excesivo de azúcar, en ambos casos,