Por eso deberías empezar a poner sal en el frigorífico.

El frigorífico es un aliado fundamental en la conservación de los alimentos, pero saber aprovechar al máximo su potencial puede ser crucial para evitar el desperdicio y preservar la frescura de los alimentos.

Uno de los ingredientes que a menudo subestimamos, pero que puede resultar muy útil en el contexto de la conservación, es la sal de mesa. La sal simple puede desempeñar un papel importante a la hora de preservar la calidad de los alimentos y evitar el desperdicio.

En este artículo exploraremos por qué poner sal en el frigorífico es una buena práctica y también descubriremos otros trucos útiles con la sal dentro de casa.

Sal en el frigorífico: un truco contra el exceso de humedad y el deterioro de los alimentos
La sal es conocida por su capacidad para absorber la humedad, lo que la convierte en un excelente aliado para mantener relativamente seco el ambiente del interior del frigorífico. La humedad excesiva puede acelerar el deterioro de los alimentos, fomentando el crecimiento de moho y bacterias.

Colocar un bol pequeño con sal en el estante del frigorífico puede ayudar a reducir la humedad y por tanto a prolongar la frescura de los alimentos.

Además, la sal también es útil para absorber los malos olores que se producen en el frigorífico.

Sin embargo, es importante señalar que no se debe poner la sal directamente en contacto con los alimentos, ya que puede afectar el sabor. Lo mejor es colocar la sal en un bol pequeño o bolsa porosa para evitar el contacto directo.

Otros trucos útiles con la sal
Además de utilizar sal para conservar el frescor en el frigorífico, hay otros trucos interesantes que puedes probar dentro de casa:

Limpieza de objetos de cobre y latón: Los objetos de cobre y latón tienden a oxidarse y perder su brillo natural con el tiempo. Crear una mezcla de sal, vinagre y harina puede convertirse en un eficaz agente limpiador para devolver el brillo a sartenes, cubiertos y otros elementos similares. Frote suavemente la mezcla sobre las superficies a limpiar y luego enjuague bien.
Desodorante natural: La sal también puede actuar como desodorante natural para habitaciones como el refrigerador o los armarios. Llena pequeñas bolsas de tela con sal y colócalas en los lugares que quieras desodorizar. La sal absorberá los olores desagradables y ayudará a mantener el aire fresco.
Limpieza de manchas en alfombras y telas: Las manchas accidentales en alfombras o telas pueden resultar molestas de eliminar. En estos casos se puede aplicar una mezcla de sal y agua directamente sobre la mancha. Déjalo actuar un rato y luego frota suavemente con un paño. La sal puede ayudar a absorber sustancias y facilitar su eliminación.
La sal es mucho más que un simple condimento para cocinar. Su capacidad para absorber la humedad, neutralizar olores y actuar como agente limpiador lo convierte en un aliado versátil dentro del hogar. Cuando se trata de conservación de alimentos, poner sal en el frigorífico puede ayudar a conservar la frescura y evitar desperdicios no deseados. Así que, la próxima vez que tengas exceso de sal, no dudes en utilizar sus inesperados beneficios de diversas formas dentro de tu hogar.