El aloe vera se ha convertido en una de las plantas de interior más populares del mundo. Aparte de su aspecto estético, esta planta es resistente y fácil de cuidar. Rica en agua, vitaminas, enzimas, azúcares y minerales, es un auténtico tesoro para la salud. Sus efectos medicinales han sido ampliamente demostrados. Pero detrás de todas sus ventajas, hay un gran inconveniente: su crecimiento es muy lento, sus hojas pueden tardar de tres a cuatro años en madurar para extraer su gel milagroso. Pero por cierto, ¿cómo podría ser útil el plátano para tu Aloe Vera? La asociación puede parecerle improbable, pero tiene una explicación muy interesante.
Descubierta hace 6.000 años por los egipcios, el Aloe Vera fue llamado entonces “la planta de la inmortalidad”. Solo eso ! Baste decir que desde los albores de los tiempos esta planta medicinal ha ofrecido múltiples beneficios para la salud. Se utiliza para tratar heridas, enfermedades de la piel, asma, epilepsia… sin olvidar que alivia quemaduras y psoriasis. Hidratante, relajante y emoliente, también es muy apreciado para el cuidado de la piel y el cabello. Precisamente para explotar todas sus virtudes y potenciar el proceso de crecimiento, los expertos en jardinería optan en ocasiones por métodos originales e insólitos. Una de ellas es hacerla crecer dentro de un plátano, como si fuera un jarrón. Te contamos más.
¿Cómo extraer el gel de Aloe Vera?
Para aprovechar sus múltiples efectos medicinales, es importante saber cómo cosechar esta planta suculenta para extraer el gel líquido que se encuentra en el interior de las hojas.
Debes saber que este gel tiene notables propiedades antibacterianas y antioxidantes. Se sabe que alivia las quemaduras solares, las picaduras de insectos y todo tipo de quemaduras. Por supuesto, se encuentra fácilmente en herbolarios o hipermercados. El único problema: una olla de calidad es bastante cara. Y sobre todo cuidado, porque muy a menudo puedes comprar un gel mezclado con aditivos o demasiado diluido. ¡Por tanto no tendrá el efecto deseado!
Mientras tanto, si has plantado alguna en casa y es época de cosecha, te explicamos los pasos para extraer el gel.
- En primer lugar, debes cortar los extremos de las hojas completamente maduras. No pueden faltar, son bastante grandes (unos 20 cm) y muy gruesos ya que contienen una alta concentración de gel. Córtelos con mucho cuidado.
- Inmediatamente notarás que una sustancia amarillenta comienza a fluir de la hoja. Ésta es la savia, no el gel. Más precisamente, se trata de aloína, un líquido con un formidable efecto laxante. Hoy en día es poco utilizado en el ámbito de la salud porque este producto se considera tóxico e irritante, con muchos efectos secundarios.
- Por ello te recomendamos retirarlo por completo para que no entre en contacto con el gel. Para ello, instale la hoja verticalmente en un vaso o bol. Luego remoja la sábana en agua o debajo del fregadero por un tiempo. El momento en que la linfa desaparece por completo. No dude en frotarlo manualmente para facilitar la limpieza.
- Ahora que la sábana está completamente limpia, solo te queda quitar las espinas de los bordes, ¡con cuidado de no lastimarte!
- Este es el momento más delicado de la operación: hay que retirar la piel para poder extraer el gel de Aloe Vera. Ayúdate de una tabla de cortar. Extiende la hoja y utiliza un cuchillo afilado. Ve muy despacio, no te apresures. En ambos lados de la sábana, es necesario quitar la piel finamente para evitar desperdiciar gel.
- Una vez completado este paso, ya tienes en tus manos este famoso gel de consistencia viscosa pero aún densa. Asegúrate de que no queden pequeños residuos verdes de la hoja y comprueba que no contiene restos de aloína.
- Una vez bien limpio, corta este gel transparente en trozos pequeños y colócalos en un recipiente que puedas guardar en el frigorífico, bien alejado del calor. ¡Incluso puedes guardar el gel en el congelador durante un año entero!
¿Por qué ponerle aloe vera al plátano?
Ahora que ya sabes cómo extraer el gel de la planta. Comprenderás por qué la idea de poner aloe vera en el plátano es especialmente sensata. ¡Y esto, aunque te parezca un poco absurdo!
De hecho, lo que hay que saber es que a la planta de Aloe Vera no le pueden crecer hojas nuevas. Por eso es muy importante aprender a cortarlos correctamente.
Sin embargo, el plátano es la fruta ideal para cultivar una nueva planta. En concreto, actuará como un jarrón para dar vida a las raíces. Guarda el plátano con la cáscara, luego haz un pequeño círculo en el centro. Aquí es donde insertarás un trozo de aloe vera. Déjalo por al menos un día.
Entonces la fruta se pondrá marrón. Pero, al quitar el trozo de aloe vera del plátano , verás que la planta deja ver varias raíces nuevas. Luego puedes trasplantarlo a una mezcla de tierra para macetas lijada y abono. Habrás ahorrado mucho tiempo: ¡notarás que tu nueva planta de aloe vera crece día a día!
Algunos ingredientes naturales para nutrir tu planta de Aloe Vera
Si quieres estimular el crecimiento de tu Aloe Vera, no es necesario gastar demasiado. Aquí te dejamos algunos consejos naturales que son muy efectivos.
- ¿ Sabías que las cáscaras de huevo son excelentes para las plantas? En lugar de tirarlos, tritúralos con un tenedor y mézclalos con la tierra. Gracias a sus numerosos nutrientes (calcio, magnesio, zinc, hierro, silicio, etc.), ayudarán a que la planta tenga un crecimiento sano y fuerte.
- El té negro o cualquier té natural también es muy adecuado para nutrir el Aloe Vera y aportarle todos los nutrientes y minerales que necesita.
- Al contrario de lo que podría pensar, el aceite de coco no tiene beneficios nutricionales para sus suculentas. Se aplica principalmente en las hojas para sofocar las plagas que hibernan en la planta durante el invierno. Estos últimos no soportan el olor, se sienten inmediatamente intoxicados y nunca más se les vuelve a ver.
Advertencia
Si el Aloe Vera es muy rico en beneficios para la salud, ¡no significa que sea apto para todos! También existen algunas contraindicaciones.
Aquí hay algunos consejos a considerar:
- La planta de Aloe Vera no está recomendada durante el embarazo y la lactancia.
- Las personas con intestinos frágiles deben evitarlo para evitar cierta irritación.
- Asimismo, no es recomendable para personas con diabetes, ya que puede provocar hipoglucemia.
- Mejor no aplicarlo a niños menores de 12 años.