Si te estás preguntando cómo tener plantas exuberantes llenas de flores, podrías buscar en tu despensa, encontrarás que tal vez tengas el ingrediente correcto. Un excelente fertilizante natural está representado por la sal de Epsom. Sí, este mineral es una verdadera panacea para las plantas.
Este mineral gracias a su composición especial es capaz de proporcionar a las plantas todos los nutrientes que necesitan. De hecho, la sal de Epsom se compone principalmente de sulfato de magnesio y sulfato de potasio. Estos nutrientes son esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas.
Por qué fertilizar plantas con sal de Epsom
Pero vamos a conocer más específicamente sus propiedades. Comencemos diciendo que una de las principales razones para usarlo es la presencia de magnesio. El magnesio ayuda a las plantas a absorber mejor los nutrientes del suelo y a crecer más exuberantes.
También está involucrado en la producción de la hormona vegetal llamada auxina, que regula el crecimiento de las plantas. Agregar sal de Epsom al suelo puede estimular la producción de flores y frutas, mejorando así el rendimiento de los cultivos.
Además del magnesio, el sulfato de potasio que se encuentra en la sal de Epsom es otro nutriente clave para las plantas. El potasio está involucrado en muchas funciones vitales de las plantas, incluida la absorción de nutrientes, la regulación del equilibrio hídrico, la fotosíntesis y la resistencia a las enfermedades.
Hay varias formas de usarlo. Lo primero es espolvorear 2 cucharadas en la base de la planta y repetir la operación cada 2 meses. Este método se puede utilizar para las siguientes plantas: azaleas y rododendros, rosas, tomates y pimientos, y árboles.
El segundo método es mezclar 1 o 2 cucharadas de sal de Epsom con 4 litros de agua que cae y regar las plantas con esta solución 1 vez al mes. Esta solución también se puede utilizar como pulverización foliar. Este método se puede aplicar a: rosas, césped, tomates y plantas de interior.