Instalar plantas en casa no sólo está pensado para decorar espacios interiores, sino que también es útil para purificar el aire que respiramos y crear un ambiente relajante. Sin embargo, a veces puede resultar complicado encontrar un lugar adecuado para colocar la planta, y sus hojas pueden empezar a ponerse amarillas.
Es probable que ya hayas notado que algunas o todas las hojas de una planta se vuelven amarillas antes de comenzar a caer. La principal causa de este fenómeno es la clorosis, un problema que se produce cuando las plantas no producen suficiente clorofila.
La clorosis puede tener diferentes causas, es fundamental aprender a identificarlas para recuperar las plantas y hacerlas prácticamente renacer.
- Falta de luz: Incluso si tus plantas están destinadas al interior, es fundamental que reciban una cantidad suficiente de luz solar para desencadenar el proceso de fotosíntesis y evitar que las hojas se pongan amarillentas. Coloca la planta cerca de una ventana bien iluminada y comprobarás que al cabo de unos días las hojas empezarán a recuperar su color verde.
- Exceso de agua: si la mayoría de las hojas de su planta adquieren un color amarillo intenso, es probable que haya habido exceso de agua o que la tierra no esté drenando adecuadamente. Una forma rápida de comprobarlo es tocar el suelo. Si está demasiado húmedo, significa que el drenaje no es eficaz. La solución es sencilla: colocar una capa de grava debajo del suelo para favorecer la correcta absorción y drenaje del exceso de agua.
- Deficiencia de nutrientes: si el suelo no se fertiliza adecuadamente, las hojas pueden comenzar a ponerse amarillas. La planta necesita minerales específicos para crecer sanamente, especialmente hierro. Una solución práctica es poner clavos en el agua y esperar hasta que el agua se enturbie. Utilice este líquido para regar sus plantas.
Si las hojas de tus plantas han empezado a ponerse amarillas, sigue estos consejos para evitar que se caigan o se pudran. Las plantas, como todo ser vivo, requieren cuidados para crecer sanas y fuertes. Con la atención adecuada podrás disfrutar de la belleza de tus plantas en toda su vitalidad.