Con este método rápido y sencillo, lavar el tul será un juego de niños: la tela volverá a tener un color blanco brillante.
El tul en la lavadora Los amantes de la moda y la confección seguramente conocen el tul, un tejido que toma su nombre de la localidad francesa del mismo nombre. La estructura del tul se caracteriza por una muselina en espiga con hilos que se superponen a los hilos rectos, formando así una trenza muy resistente. Además de la ropa clásica, el tul se utiliza mucho en la danza (donde se utiliza para tutús) y en trajes de carnaval, así como en trajes de teatro. Al igual que otros tejidos, el tul necesita ser blanqueado para mantenerlo siempre perfectamente limpio.
El mejor remedio para blanquear el tul: aquí se explica cómo hacerlo
De hecho, con el tiempo, el tul blanco puede ensuciarse y adquirir un tinte grisáceo mucho menos agradable que el blanco.
Esto ocurre especialmente con las cortinas que están en la cocina y por tanto están expuestas a todo tipo de manchas. Cuando se da esta situación la única solución es lavar el tul.
Blanquear el tul Lo primero que debemos hacer es cargar el tul en la lavadora. Una vez completado este paso, asegúrate de tener aspirina o ácido acetilsalicílico en casa.
El otro ingrediente esencial para devolverle al tul un hermoso color blanco es el bicarbonato de sodio, un elemento que se usa a menudo en casa para limpiar y desinfectar.
Coge dos pastillas de aspirina y mételas en la lavadora, entre las cortinas de tul. Agrega el bicarbonato de sodio al compartimiento de prelavado de la lavadora (una cuchara generosa será suficiente).
En el compartimento principal, es decir, el compartimento de lavado, añade el gel detergente (un vaso pequeño).
En cuanto al programa a elegir, lo recomendable es lavar este tejido siempre en modo sintético, fijando la temperatura a 30 grados.
Es un material bastante delicado, por lo que conviene evitar lavados agresivos. No olvides activar el prelavado, porque la acción del bicarbonato de sodio es fundamental para que el tul elimine todo rastro de suciedad y recupere su color blanco original.
El tul volverá a quedar blanco como el primer día.
Cuando termine de lavar, abra la puerta de la lavadora y saque la tela inmediatamente. Debe permanecer dentro del tambor el menor tiempo posible, de lo contrario podría arrugarse. Para evitar este problema, sácalo inmediatamente de la lavadora y vuelve a colocarlo en su lugar.
Lo primero que notaremos es que la tela tendrá un olor embriagador, señal de que los ingredientes utilizados han funcionado a la perfección. Además, echando un vistazo veremos que la tela ha vuelto a ser blanca, con una limpieza profunda prácticamente en todos los rincones.
Con este método rápido y sencillo, que se puede realizar en unos sencillos pasos, cualquiera puede lavar este tejido sin riesgo de dañarlo.