Sorprendente, incomparable, reconocible entre mil. Hablamos obviamente de estas fabulosas orquídeas con suntuosas tonalidades que van del amarillo al rosa, pasando por inmaculados pétalos blancos, morados y moteados. Los queremos tanto que adornan alegremente nuestros balcones y terrazas. El único problema: son exigentes y difíciles de mantener. Todo lo que tienes que hacer es darle la espalda y, sin previo aviso, estas bonitas flores se marchitarán antes de tiempo. ¡Oh, qué dolor en mi corazón ante estas hojas arrugadas y estas raíces afligidas! ¡Que no cunda el pánico, te guiaremos para que lo cuides como un auténtico profesional!
¿Cuáles son los síntomas de las orquídeas enfermas?
Como todas las flores, tus orquídeas no son inmunes a hongos, plagas y enfermedades. A menos que los mantengas en óptimas condiciones y estés detrás de ellos en todo momento, no podrás evitarles ningún inconveniente. Afortunadamente, si los observas de cerca, podrás observar los signos más comunes y visibles de que están enfermos o incluso agonizantes. Tomar nota !
– Hojas amarillas o marrones: Si observas más de cerca tu orquídea, si notas que algunas hojas empiezan a ponerse amarillas o marrones (o incluso si se caen con facilidad), entonces malas noticias, su estado no es el mejor. O es víctima de una enfermedad o su manutención deja mucho que desear. ¿Quizás no hay agua ni electricidad? En este caso, probablemente puedas solucionarlo antes de que sea demasiado tarde.
– Flores marchitas: si su orquídea parece marchita, arrugada o no saludable, esto también es una señal de alerta a considerar. Probablemente se trate de una enfermedad o de una deficiencia grave de nutrientes. Si es así, ¡debes darle lo que necesita para sobrevivir!
– Raíces podridas: ¿Son estas sus raíces las que parecen estar pudriéndose? Este tipo de degradación puede deberse a enfermedades graves, sí, pero también a la falta de un drenaje adecuado.
– Mala actividad de crecimiento: Asimismo, si tu planta no crece adecuadamente o florece demasiado lentamente, puede ser un signo de enfermedad. Pero también podría demostrar que no recibe suficiente atención adecuada.
Nota: si tienes la más mínima duda, es importante intentar identificar rápidamente la causa del problema para salvar tu orquídea in extremis. Recuerde que muchas enfermedades son el resultado de una invasión de parásitos, falta de nutrientes adecuados o un mantenimiento deficiente.
¿Cómo curar una orquídea enferma con bicarbonato de sodio?
Como probablemente ya sepas, el clima también influye. Por ejemplo, las bajas temperaturas pueden dañar fácilmente las hojas e incluso las raíces: si estos estragos naturales se combinan con la falta de nutrientes y un mal cuidado, no debería sorprender que tus orquídeas sufran en silencio. Y no crea que simplemente aumentar el riego solucionará todos los problemas. Por el contrario, también podría ser la abundancia de agua lo que probablemente provocó la pudrición de la parte subyacente de la planta.. Pero ya no te culparemos más. Ya estás enfermo del corazón al ver tus flores en este lamentable estado. Tenga la seguridad de que cometer errores es humano y puede haber una manera de compensarlos con este ingrediente tan popular. Es bicarbonato de sodio. Sí, este producto natural es tan versátil que siempre nos sorprende por la variedad de sus propiedades beneficiosas. Además de sus propiedades culinarias y limpiadoras, también puede ayudar a que tus orquídeas vuelvan a estar en buen estado.
Pero antes de aplicarlo, asegúrate de quitar suavemente todas las raíces.dañado y las hojas arrugadas en la superficie. Sí, te entristece, pero lamentablemente ya están “muertos”, es absolutamente necesario eliminarlos para que tu planta recupere la salud. Inmediatamente después, es necesario disolver una cucharadita de bicarbonato de sodio en un litro de agua. Es esta solución la que deberás rociar sobre todas las hojas restantes. Además, atesora este líquido, también lo utilizarás para regar las raíces periódicamente para que vuelvan a la vida. Pero tenga cuidado: esta mezcla no debe aplicarse en presencia de las primeras flores, ya que podría perjudicar su crecimiento. Por último, recuerde que el riego frecuente es uno de los factores clave para mantener una orquídea sana y próspera. ¡No necesitas demasiado, por supuesto!
¿Deberías podar las raíces de una orquídea?
Así que, seamos claros: si la orquídea ha perdido sus flores, aún debes seguir cuidándola como lo hacías antes. Porque, aunque ya no florezca, es importante seguir abonándola, regándola y dándole todos los cuidados que necesita (lugar adecuado con luz indirecta y temperatura constante). Si tu orquídea floreció una vez al año, es posible que tengas que esperar un poco hasta que vuelva a florecer.
Por otro lado, sí hay que cortar la rama o tallo una vez termine de florecer. Esto ayudará a que la planta se concentre más en su crecimiento, pero también evitará la pudrición y otros daños. ¿Cómo hacer una talla perfecta? Utilice tijeras o un cuchillo afilado. Corta con cuidado debajo de la raíz. ¡Y eso es todo, muy sencillo!