Una desventaja de los respiraderos calientes es que también traen consigo molestas moscas. Estos molestos insectos se reúnen en la cocina y se sienten atraídos constantemente por la comida y los desechos, especialmente si tenemos una ventana o balcón que da a la cocina.
El limón es un cítrico que huele bien a nosotros, pero desagradable a las moscas. Con limón puedes hacer un autorepelente que no perjudica tu salud, pero que aun así te permite tener una cocina fragante.
El repelente de limón y clavo es un truco natural y muy eficaz, además de un elemento decorativo que no provoca molestias y se integra bien con la decoración de la casa.
Prepara un repelente de insectos con limón.
Todo lo que necesitas es un limón y un puñado de clavos. Corta el limón por la mitad y exprímelos uno a uno en la pulpa del limón.
Una vez terminado, es necesario elegir el lugar adecuado para poner el repelente natural. Se recomienda colocarlo cerca de ventanas o puertas de balcón o sobre la mesa de la cocina. El repelente de limón y clavo dura aproximadamente 2 semanas, después de las cuales solo necesitas hacer otro.