Las flores siempre son bienvenidas en nuestros hogares. Son apreciadas por sus colores brillantes y su aroma, pero su mantenimiento no siempre es fácil. Las plantas con flores necesitan agua y una exposición adecuada a la luz. Si no les proporcionas lo que necesitan, pueden morir. Las orquídeas no son una excepción. Estas flores de interior pueden marchitarse o secarse sin el mantenimiento adecuado. Si no tienes buenas manos para la jardinería, te contamos en este artículo cómo salvar tus flores y darles una segunda vida.
¿Por qué se está muriendo mi orquídea?
Las orquídeas son plantas con flores fáciles de cultivar, pero tienen necesidades específicas, como luz, riego y humedad. Si no se satisfacen estas necesidades, tu planta podría morir.
La experta en jardinería Melissa Strauss explica por qué una orquídea puede marchitarse o morir.
Flores de orquídeas en el agua.
La principal razón por la que las orquídeas se marchitan es el riego excesivo. El exceso de agua asfixia las raíces. Necesitan una buena circulación de aire. Lo mejor es dejar que la planta se seque entre dos riegos. Además, opte por suelos drenantes que favorezcan la circulación del aire alrededor de las raíces, para evitar el estancamiento del agua y la pudrición de las raíces. Además, si las hojas de tu orquídea se vuelven amarillas y se caen, lo más probable es que sus raíces estén podridas.
Riego insuficiente y hojas sueltas.
Si regar en exceso es un problema, tenga en cuenta que regar bajo agua también puede matar su planta. A las orquídeas no les gustan los excesos. Cuando les falta agua, sus hojas se vuelven blandas, arrugadas y marchitas. Para saber si tu orquídea está deshidratada, revisa sus raíces. Cuando se secan se vuelven grises y quebradizas. Luego las flores se secan y se marchitan.
Baja humedad
Las orquídeas son plantas tropicales que aman la humedad. Para las orquídeas se recomienda un nivel de humedad entre el 60% y el 80%. Los síntomas de falta de humedad son similares a los de un riego insuficiente.
Alta exposición a la luz solar.
A las orquídeas les encanta la luz brillante, pero no les gusta la exposición a la luz solar directa. El sol directo puede quemar el follaje de tu planta. Las hojas quemadas mueren y ya no se pueden recuperar.
¿Cómo sé si mi orquídea está muerta?
Si notas que las hojas de tu orquídea están empezando a caer, o si tu planta ya no produce flores ni hojas, esto no significa necesariamente que tu planta esté muriendo. De hecho, cuando las orquídeas entran en un período de reposo vegetativo, su apariencia cambia. ¡Puede parecer que tu planta se está muriendo cuando simplemente está descansando! El período de inactividad llega inmediatamente después de la floración. Esta es una fase normal y natural del ciclo de las orquídeas. Cuando la orquídea está inactiva, su crecimiento se ralentiza. Por tanto, es aconsejable reducir el riego y suspender cualquier adición de estiércol.
Para saber si tu orquídea se está muriendo o está bien, revisa 3 cosas: las hojas, la corona y las raíces.
Las hojas: comprueba su aspecto. Si son resistentes y de color verde ligeramente pálido, tu planta está bien. Debería preocuparse si nota manchas amarillas o marrones inusuales en las hojas. Podría significar que tu orquídea ha sido infectada con un virus. Y como no existe cura para el virus de las orquídeas, su planta podría morir.
La corona: Es la parte de la planta que conecta las hojas y las raíces. En una orquídea sana, la corona es firme al tacto. Si notas que comienza a oscurecerse y volverse suave o blanda, tu orquídea se está muriendo.
Las raíces: cuando una orquídea está sana, sus raíces aéreas o enterradas en el suelo son de color verde o blanco. Si se vuelven marrones o negros, tu orquídea se está muriendo.
¿Cómo salvar una orquídea marchita o moribunda?
Para revivir tu orquídea, debes volver a crear las condiciones para su entorno natural. Esto le dará una segunda vida y fomentará una nueva floración. Aquí le mostramos cómo salvar su orquídea moribunda, seca o marchita.
Salva una orquídea que ha muerto por pudrición de la raíz
Si las raíces están podridas, significa que tuviste mucha mano regando tu planta. Esto es lo que puedes hacer para guardarlo.
- Retire con cuidado la orquídea de la maceta y elimine la tierra adherida a las raíces;
- Si notas que aún hay raíces sanas o que las raíces no están suaves, significa que aún tienes oportunidad de salvar tu planta;
- Corta las raíces podridas con tijeras de podar;
- Espolvoree ligeramente un fungicida sobre las raíces restantes y los esquejes. Puedes utilizar azufre en polvo para esto;
- Deje que las raíces se sequen al aire y luego trasplante la orquídea a una maceta nueva. A las orquídeas no les gusta cualquier suelo. Estos últimos deben ser drenantes, con bolsas de aire, para favorecer la circulación. El medio de cultivo debe consistir en corteza, turba o carbón vegetal. Estos materiales permiten una mejor circulación del aire en las raíces. Asegúrese de trasplantar su orquídea a una maceta desinfectada y libre de hongos. También puedes optar por un jarrón de terracota, muy adecuado para las orquídeas.
Reavivar una orquídea deshidratada y resecada con un baño
Para revivir tu orquídea deshidratada por riego insuficiente, sigue estos sencillos pasos.
- Llena un recipiente con agua a temperatura ambiente y sumerge la maceta de orquídeas en él. Asegúrese de que solo las raíces estén sumergidas en agua, ya que el agua acumulada en el follaje puede hacer que las hojas se pudran;
- Deje las raíces en remojo en agua durante 20 a 30 minutos;
- Sacar la olla del recipiente y dejar escurrir;
- Repita esta operación cuando la tierra se haya secado por completo, luego riegue su orquídea solo una vez por semana.
Salvar una orquídea privada de humedad
Tu planta tropical necesita humedad. Puedes instalar un humidificador en la habitación donde se encuentra tu orquídea, pero si te preocupa aumentar la humedad en la habitación y fomentar el crecimiento de moho, puedes utilizar este sencillo truco.
- Consigue una bandeja con agua;
- Coloque piedras o grava encima;
- Coloca la maceta sobre la bandeja de grava húmeda.
El objetivo de las piedras es elevar la maceta por encima del nivel del agua, para que la orquídea pueda recibir suficiente humedad, sin que sus raíces se encharquen.
Consejo adicional: para resolver este problema de humedad, simplemente coloque su orquídea en la habitación más húmeda de la casa, como el baño. Esta planta también te ayudará a reducir la humedad de esta estancia.
Salva una orquídea quemada por el sol
Si su orquídea está expuesta a la luz solar directa, es recomendable controlar todas las hojas durante los próximos días. Las hojas quemadas pueden secarse o, paradójicamente, desarrollar zonas podridas que pueden extenderse y afectar a toda la planta. Si detectas podredumbre en las hojas, podalas con unas tijeras afiladas y desinfectadas. Corta las hojas lo más cerca posible de la base de la planta. Luego rocíe las partes cortadas con un fungicida.
¿Cómo mantener una orquídea y favorecer su floración? Cuidado fácil para conseguir nuevos brotes y hacer que tu planta vuelva a florecer
Para cuidar tu orquídea y mantenerla con éxito bastan unos sencillos gestos.
- Las orquídeas necesitan agua una vez por semana. Deje que la tierra se seque entre dos riegos;
- Coloque su orquídea en un lugar luminoso, evitando la luz solar directa. Puedes colocarlo en el alféizar de una ventana orientada al este o al oeste;
- Rocíe el follaje de las orquídeas cada 2 o 3 días;
- Fertilice su planta con un fertilizante especial para orquídeas desde la primavera hasta el otoño.
Gracias a esta mini guía podrás salvar tu orquídea moribunda o seca y favorecer su floración.