Mucha gente piensa que las esponjas de cocina sólo se pueden utilizar en la cocina. Bueno, ¡piénsalo de nuevo! De hecho, también es posible utilizarlos fuera de la cocina, como por ejemplo en tu propio jardín. ¡Descubre cómo reciclar esponjas de cocina y sacarles el máximo partido!
Reciclar esponjas de cocina: ¿cómo reutilizarlas en el jardín?
¿Alguna vez has notado que cuando algo se desgasta, la gente tiende a tirarlo y comprar uno nuevo? ¿Pero sabías que es posible reciclar algunos objetos cotidianos de una forma realmente original? ¡Este es especialmente el caso de las viejas esponjas de cocina, que pueden usarse para cultivar tus propias plantas!
Combina las esponjas con la tierra.
Una forma de reciclar esponjas es mezclarlas con tierra. Para hacer esto necesitarás:
- Tijeras
- una esponja de cocina
- Una sartén
Primero hay que cortar el bizcocho en trozos pequeños de aproximadamente 1 cm de ancho. Posteriormente tendrás que llenar tu maceta con tierra, añadiendo poco a poco los trozos de bizcocho hasta obtener una mezcla homogénea.
Los trozos de esponja harán que las raíces de la planta crezcan de forma rápida y óptima, gracias a los espacios vacíos creados. De hecho, no debemos olvidar que las raíces, además de necesitar agua, también necesitan aire para desarrollarse de la mejor manera.
Lucha contra los pulgones
Los pulgones siguen siendo una plaga para la mayoría de las plantas y pueden ser extremadamente difíciles de eliminar. En este caso también te vendrá bien una esponja de cocina. Remójalo en cualquier producto diseñado para matar plagas y limpia las ramas con él.
Caza topos y ratones.
Si el pulgón destruye la cosecha desde arriba, los topos excavan desde abajo. Puedes ahuyentarlos con el repelente que más temen: los aceites esenciales. Sumerge la esponja en el aceite esencial de tu elección y colócala en la tierra. Es poco probable que el topo quiera acercarse a la fuente del olor. Los ratones también son sensibles a estos olores.
planta de semilla
Otro uso de las viejas esponjas de cocina es plantar una planta a partir de sus semillas. En este caso es necesario dividir el bizcocho en dos, pero sin separarlo del todo. Esto significa que debes hacer una incisión que no sea lo suficientemente profunda como para llegar al otro lado de la esponja. En este punto puedes insertar las semillas de la planta elegida en la ranura recién creada, de modo que queden al menos a 2 cm de distancia entre sí. Una vez realizada la operación, tendrás que colocar la esponja en un recipiente que contenga un poco de agua y esperar pacientemente a que germinen las semillas.
Después de 2 semanas deberías poder ver los primeros resultados y cuando las plántulas hayan alcanzado un diámetro de aproximadamente 8-10 cm, será necesario transferirlas a una maceta más grande con tierra.